Pittosporum eugenoides Variegatum

El Pittosporum eugenoides Variegatum,  a veces llamado localmente Bois citron,  es un gran arbusto persistente  neozelandés no muy resistente, pero lleno de cualidades,  lo que debería abrirle de par en par las puertas de nuestros jardines protegidos de las fuertes heladas. Mucho menos conocido que su primo el Pittosporum tobira,  ampliamente plantado en setos en nuestras costas mediterráneas y atlánticas, este bois citron ofrece sin embargo una floración primaveral aún más perfumada y un follaje variegado y fragante mucho más elegante  que el de su primo. La resistencia a la sequía y al frío de estas dos especies son comparables, y aprecian las mismas condiciones de cultivo. Muy útil en un jardín seco o en la orilla del mar,  este pittosporum crece rápido y soporta la poda. Se puede insertar en un seto libre o en un gran macizo arbustivo.                                             

El Pittosporum eugenoides Variegatum es un arbusto de la familia de las pittosporáceas. Su ancestro, no variegado, es originario de las montañas de Nueva Zelanda.  Más bien cónico en sus primeros años, finalmente forma un gran arbusto denso y ovalado, incluso un pequeño árbol de 5 a 6 m de altura por 3 a 4 m de envergadura, en la fachada oceánica. Sus dimensiones serán más modestas y su crecimiento será más lento en la zona mediterránea. Su corteza es gris. Sus ramas de color negro llevan hojas verde oliva marginadas de blanco crema, muy luminosas. Son alternas, enteras, ovales, delgadas pero coriáceas, con bordes ondulados. Son de tamaño medio, alcanzando de 5 a 12 cm de largo por 2,5 a 4 cm de ancho. Las hojas desprenden al aplastarlas un fuerte aroma a cítricos, lo que le ha valido a este arbusto su apodo de bois citron. La floración ocurre de finales de abril a junio, según el clima. Las pequeñas flores de 5 a 6 mm de diámetro, en forma de copa de un verde amarillento pálido, destilan un suave aroma que recuerda a la miel. Están agrupadas en umbelas que aparecen en el extremo de las ramas y son seguidas en otoño por la formación de algunos frutos. Son pequeñas cápsulas ovoides, de aproximadamente 3 a 7 mm de largo que se abren en dos válvulas. El nombre Pittosporum proviene del griego pitta, resina, y sporos, semilla. 

Rústico hasta -10 °C en suelo bien drenado, el Pittosporum eugenoides Variegatum requiere un suelo ligero, fértil, no demasiado húmedo en invierno, una ubicación cálida, soleada o incluso sombreada por la tarde en clima cálido, y protegida de los vientos fríos y secos. Tolera bien la salinidad, lo que permite su uso en un jardín costero. También se puede plantar en el fondo de un macizo. Para acompañarlo, piense, por ejemplo, en otros Pittosporums (P. heterophyllum, daphniphylloides, tobira Variegatum), el Pistacia lentiscus, los Olearia, Mytus, lauriers- roses, escalonias... Un poco más lejos del mar, también acompañará a los Eleagnus, el Genet-ananas (Cytisus battandieri) o incluso el olivo de Bohemia (Elaeagnus angustifolia).