Rhododendron Azurika

El Rododendro enano 'Azurika' ha heredado de su progenitor el Rododendro impeditum una vegetación compacta y ligeramente extendida, un pequeño follaje persistente con reflejos gris-verde-azulados y una hermosa floración primaveral con ricas tonalidades de violeta. En esta bonita variedad, los botones violetas conviven con flores abiertas con largos estambres marrones que van progresivamente del azul violáceo intenso al azul malva, formando un encantador camafeo a escala de la inflorescencia e incluso del arbusto. Un pequeño desarrollo bien adaptado a espacios reducidos y una excelente rusticidad, son otras ventajas de 'Azurika'. Tanto en terreno abierto como en macetas, plántelo a media sombra en un suelo ligero, fresco y sin caliza.

El Rododendro 'Azurika' es una planta de la familia de las ericáceas, afín a suelos ácidos y climas más bien húmedos y frescos. Se trata de una variedad híbrida de pequeño tamaño, muy resistente al frío al igual que su ancestro originario de las montañas chinas. Forma un pequeño arbusto de porte denso, bien ramificado, más bien extendido, que no supera los 60 cm de altura por 90 cm de ancho. Sus ramas portan hojas pequeñas persistentes ovales a elípticas, de un verde-gris-azulado mate, mucho más claras en el reverso. Su crecimiento es lento, su vegetación bien compacta y su follaje elegante, de modo que posee una verdadera presencia en el jardín durante todo el año. Sin embargo, es en abril-mayo (a veces desde marzo en climas suaves) cuando destaca gracias a su generosa floración de colorido raro. Las flores en forma de campanillas campanuladas, anchas de 6-7 cm  se agrupan en racimos en el extremo de numerosos tallos. De un violeta oscuro en botón, se abren en un tono azul violáceo oscuro que se aclara poco a poco al pleno florecimiento hasta el malva.  

Este arbusto de tamaño modesto será ideal en rocalla fresca, en bordillo de macizo o en maceta, siempre que disponga de un suelo y un clima adecuados; ¡los "rhodos" son plantas tan seductoras como exclusivas! Su color azul violáceo se combina bien con los tonos pastel de las hortensias (la elección es amplia, desde el blanco al rosa, pasando por el azul), los brotes jóvenes coloreados de las Pieris, y los colores rojo-púrpura y granate, como el follaje del arce japonés 'Atropurpureum' o las flores del Loropetalum chinense 'Fire Dance'. Su floración de tonos fríos complementa perfectamente la de los rododendros rosados como 'Dream Land', anaranjadas (Fire Ball) o por qué no amarillo suave de la variedad Saffron Queen. Para una escena de inspiración contemporánea o un jardín de estilo depurado, asócielo preferentemente con flores blancas y follajes, por ejemplo un Corazón de María blanco y el follaje del helecho cobrizo (Dryopteris erythrosora).