Fucsias arbustivas

El género Fuchsia, perteneciente a la familia de las Onagraceae, cuenta con no menos de cien especies y miles de híbridos y cultivares fascinantes por la diversidad de sus colores y portes. ¿Qué serían nuestros veranos sin su encanto anticuado, capaz de transformar las zonas sombrías del jardín en bosques encantados? Originario de Argentina y Chile, el Fuchsia magellanica es un arbusto caduco vigoroso que ha dado origen a las únicas variedades realmente rústicas en nuestros climas. En nuestros jardines, sus variedades 'Ricartonii', el avena con miles de pequeñas flores rojas y danzantes, inigualable, Alba (rosa pálido) y Versicolor (con follaje panaché de rosa y crema) pueden formar verdaderos setos si el invierno no los corta al ras del suelo, lo que no les impedirá rebrotar vigorosamente en primavera. Donde el invierno no es demasiado riguroso, se pueden acoger dos especies un poco menos rústicas, pero muy originales: el gigante de Nueva Zelanda Fuchsia excorticata, con campanillas sorprendentes y cerosas, pintadas de violeta-verdoso o rojo un poco apagado, y Fuchsia thymifolia, mexicano, compacto, que no supera el metro, con hojas pequeñas y flores un poco más redondas, de rosa fresco. Para aumentar las posibilidades de éxito, plante los fuchsias arbustivos en primavera, a media sombra o en sol tenue, en un suelo fértil y fresco pero bien drenado, protegiéndolos de las corrientes de aire frío.

Para saberlo todo y tener éxito en su cultivo en el jardín, consulte el artículo dedicado a ellos: "Fuchsia: plantación, poda, cultivo y mantenimiento"