Lirios bulbosos

Los Iris bulbosos poseen un órgano de reserva que es un bulbo y no un rizoma. Entre las especies bulbosas más conocidas, el Iris de Holanda y el Iris reticulata. Ambos han dado lugar a una multitud de variedades en una paleta de colores casi infinita. Estos iris pertenecen a la familia de las Iridáceas, crecen a partir de bulbos redondos y carnosos, sus hojas son alargadas, estrechas, de color verde. El Iris de Holanda ofrece elegantes flores con pétalos abiertos, disponibles en una gama de colores que van desde el azul al violeta, blanco, e incluyen diferentes tonos de azul, amarillo, rosa, y marrón. En general, sus variedades alcanzan una altura de entre 50 y 70 cm. Entre las variedades más conocidas, 'Blue Magic' presenta flores de un azul profundo, 'Purple Sensation' luce un intenso color púrpura, y 'White Excelsior' tiene pétalos blancos inmaculados. El Iris reticulata, por su parte, es una planta muy baja (10-20 cm) que florece muy temprano y presenta pequeñas flores en forma de estrella, generalmente violetas o azules. Entre otras especies bulbosas, mencionamos el Iris reticulata Danfordiae, con flores de un amarillo brillante, el Iris histrioides, que ofrece tonos de azul profundo, el 'Iris winogradowii perfumado, con pétalos amarillos, y el Iris 'Katharine Hodgkin' con delicados tonos de azul, amarillo y verde. Descubre todas nuestras variedades de iris bulbosos en estas páginas.

Los iris bulbosos prosperan en un suelo bien drenado, a pleno sol. Plántalos en otoño, florecerán en primavera, e incluso a finales del invierno, más o menos temprano según las especies y variedades. Evita el exceso de humedad para no pudrir los bulbos.

Para más información, consulta también nuestros artículos "Iris reticulata: plantar y cultivar" y "Cómo plantar los bulbos de Iris de Holanda".