Pogonia ophioglossoides

La Pogonia ophioglossoides es una encantadora orquídea acuática también conocida como Pogonia lengua de serpiente. Originaria de América, donde crece en zonas húmedas, es extremadamente rústica y soporta bien el calor, siempre y cuando no le falte agua. A finales de primavera, produce en el extremo de cada tallo una pequeña flor de forma característica, de color rosa y violáceo. Esta pequeña planta vivaz caduca se extiende cada año para formar un pequeño macizo, en exposición soleada y en suelo ácido, necesariamente húmedo. Una rareza para conocedores y apasionados de orquídeas originales.

La familia de las Orquidáceas es tanto rica en especies (más de 25,000) como particularmente diversa, incluyendo plantas epífitas (que utilizan los árboles como soporte para crecer) y especies terrestres, que crecen en la tierra. Algunas son incluso acuáticas, como en el género Pogonia, presente en América del Norte y en el este de Asia. La Pogonia ophioglossoides es originaria del continente norteamericano, Canadá y Estados Unidos. Esta especie tiene un área de distribución increíblemente extensa, que se extiende desde el norte de la isla de Terranova hasta Florida en el sur, adentrándose profundamente en el territorio estadounidense, abarcando toda la región de los Grandes Lagos y hasta Texas al sur. Esta pequeña orquídea, de aspecto casi frágil, se adapta a una amplia variedad de climas, resistiendo temperaturas de hasta -30°C y condiciones subtropicales en Florida. Crece de forma natural en turberas, praderas húmedas, pantanos y riberas de ríos.
La planta forma un rizoma que sobrevive solo en invierno, ya que la parte aérea desaparece entonces. En primavera, emite un tallo delgado y erguido, de 25 a 35 cm de altura, que generalmente sostiene una sola flor (a veces dos o tres). El tallo también lleva una sola hoja envainante, de color verde claro, situada a media altura. Esta característica le otorga a esta especie de orquídea su nombre común de Pogonia lengua de serpiente, por analogía con el helecho Ophioglossum, también con una sola hoja (en griego, "ophis" significa serpiente y "glôssa" lengua). La floración, que ocurre entre mayo y julio según los climas, es relativamente discreta pero muy elegante. Las flores miden aproximadamente solo 2 cm de ancho, no estando completamente abiertas, sino ligeramente inclinadas hacia adelante, y tienen una forma típica de orquídea. Están compuestas por tres sépalos y dos pétalos bastante similares morfológicamente, de forma alargada, ligeramente redondeada y de color rosa claro. Los sépalos miden de 14 a 23 mm, y los dos pétalos superiores suelen presentar rayas rosa violáceo en su cara interna. El tercer pétalo, en posición inferior, mide de 12 a 25 mm de largo y es muy diferente a las otras cinco partes florales. En las orquídeas, este pétalo, llamado labelo, sirve para atraer a los insectos que se encargarán de polinizar la planta, en el caso de la Pogonia, abejorros. El labelo tiene forma de espátula, está bordeado de flecos y decorado con venas rosa violáceo, con hileras de pelos que le dan un aspecto barbudo y una parte central de color amarillo. Con el paso de los años, a medida que el rizoma crece, la planta emite más tallos florales y, por lo tanto, más flores, ganando así presencia.

La Pogonia ophioglossoides principalmente seducirá a los apasionados, ya que, a pesar de su encantadora floración, es discreta. Se puede plantar en una orilla en un espacio abierto para que disfrute del sol y se integrará perfectamente en un jardín natural. Junto a ella, se pueden plantar en el agua, a poca profundidad, el Orontium aquaticum o planta vela, una curiosa Arácea de hojas anchas y hermoso verde, que florece en verano produciendo espádices amarillos erguidos muy originales. El Eriophorum angustifolium, otra planta de turbera, complementará perfectamente su escena agregando un toque ligero con sus inflorescencias estivales en pequeños penachos de blanco puro. La Epipactis palustris, u Orquídea de los pantanos, será igualmente una buena compañera para su Pogonia. Sus racimos de flores colgantes, donde se mezclan el verde, el marrón, el púrpura y el blanco, tienen un aspecto salvaje que encajará perfectamente con el espíritu de su decoración.