Livistona chinensis - Latania

El Livistona chinensis, también conocido como Palmera china de abanico, es uno de los más elegantes y resistentes de su género, que incluye alrededor de treinta especies nativas de regiones cálidas y húmedas de Australia y Asia. Muy apreciado como planta de interior o en jardines a orillas del mar, es buscado por su porte magnífico en forma de fuente, su lujosa corona foliar y la belleza de sus grandes hojas redondeadas de un verde primaveral, colgantes, que recuerdan a grandes abanicos. Es una planta bastante fácil de cultivar en macetas siempre que tenga luz y un sustrato rico y fresco. En este entorno mantendrá dimensiones modestas y no desarrollará un tronco.

El Livistona chinensis, también conocido como palmera china o palmera fuente, es originario del sur de Japón, Taiwán y el sur de China. Esta especie necesita calor y agua para crecer bien, y los ejemplares jóvenes deben ser protegidos del frío durante el invierno. Su resistencia al frío, una vez adulto, es de alrededor de -8°C durante períodos muy breves. Poco exigente en cuanto al suelo, aprecia los riegos pero también tolera la sequía moderada. Como todas las palmeras, pertenece a la familia de las arecáceas. En la naturaleza, la planta alcanza en promedio 15 m de altura por 7 m de envergadura. En nuestros climas lo suficientemente suaves para acogerlo en terreno abierto, se adaptará pero mantendrá dimensiones más modestas, alrededor de 10 m de altura. Si se cultiva en maceta, formará un grupo de hojas que no superarán 1,80 m de altura por 90 cm de envergadura.

La Palmera de China desarrolla un estípite único, liso y ensanchado en la base, de color marrón verdoso. En el extremo de este estípite crece una corona compuesta por grandes hojas llamadas costapalmadas, casi circulares, de 80 cm a 1,50 m de largo, divididas en segmentos finos y puntiagudos, unidos en la base. El extremo de cada segmento cae suavemente en forma de cortinas. El color de las hojas es un verde brillante, brillante en el haz y ligeramente más claro en el envés. Cada una está sostenida por un largo pecíolo carnoso más o menos provisto de espinas oscuras y curvadas. La floración tiene lugar en verano, en forma de panículas de flores ramificadas, de color crema a amarillento. Los frutos son generalmente ovoides, de 2 a 3 cm de largo y de color azulado en la madurez. Recuerdan un poco a las aceitunas.

La Palmera china puede ser plantada en terreno abierto en jardines de la costa atlántica o mediterránea, protegida del viento, e incluso en zonas más resguardadas tierra adentro. Merece un lugar destacado, aislada en un césped o frente a un gran conjunto arbustivo que la proteja del viento y del sol demasiado ardiente. Instalada en una gran maceta o contenedor, forma una magnífica planta verde que adornará la terraza o el balcón en la época estival, y luego el invernadero y la veranda en invierno. A veces es difícil de combinar, debido a su fuerte personalidad: resérvele un rincón junto a una piscina y asóciela, por ejemplo, con bambúes Fargesia, Phormium, gráficos, sobrios y coloridos, Cordilines, y el Hakonechloa macra Aureola, un cubresuelos fácil de mantener, de un bello naranja en otoño.