Cornejos floridos

Los Cornus à fleurs, como el Cornus kousa, florida, nuttallii o rutgersensis, son grandes arbustos caducifolios que apreciamos por su larga floración, pero también a menudo por sus hermosos colores otoñales. Uno de los más famosos es el Cornus kousa Satomi, indispensable en un jardín pequeño por la belleza de sus grandes flores rosas y su follaje flamboyante al final de la temporada. Las bellas 'flores' de estos cornus, que van del blanco al casi rojo según las variedades, son en realidad compuestas por grandes brácteas que imitan flores planas dispuestas alrededor de un corazón de flores verdaderas mucho más discretas. Son seguidas por la formación de frutos carnosos y comestibles que se asemejan a fresas rosadas.

Estos cornus, originarios de Asia y América del Norte, suelen ser lo suficientemente resistentes para enfrentar nuestros inviernos, pero no se podrá cultivar el Cornus florida, por ejemplo, en regiones donde las heladas tardías son comunes en abril y principios de mayo. Según las especies, se cultivan sin dificultad en una buena tierra de jardín arcillosa sin exceso de caliza como el Cornus kousa chinensis o requieren absolutamente un suelo humífero, ácido, fresco y fértil. Algunas bonitas variedades de Cornus añaden a su floración un espléndido follaje variegado de verde y blanco (Cornus kousa Samaritan) o de verde y amarillo. Algunas, de pequeño desarrollo, se adaptan bien al cultivo en maceta y en grandes macetas en la terraza o el balcón. Asocie los Cornus florida, kousa y nuttallii con las azaleas, piéris y rhododendrons. La combinación con especies perennes como el acebo, durillo, choisya, nandina, camelia, realza la floración. Consejo: Al final del verano, esparza sulfato de potasio en la base para favorecer y avivar la coloración otoñal.

Para saberlo todo, descubra el dossier que les está dedicado: "Cornus à fleurs: plantación, poda y mantenimiento"