Secuoya y Sequoiadendron

El Sequoia sempervirens o "Secuoya de hoja perenne" es un conífera persistente que ostenta el récord de altura (110 m) en sus bosques estadounidenses. También es un árbol de gran longevidad, ya que se encuentran ejemplares con más de tres mil años. Todo el árbol exhala un extraordinario aroma resinoso, especialmente la corteza marrón-rojiza, que se agrieta en profundas acanaladuras. Se ensancha un poco con la edad, extiende sus ramas en un movimiento grácil que las dirige ligeramente hacia el cielo en sus extremos.

El Sequoiadendron giganteum o "Secuoya gigante" también crece más en altura que en anchura, mostrando un porte piramidal estrecho casi columnar, sostenido por un tronco principal masivo y muy vertical, cuya corteza fibrosa de un marrón-rojizo se agrieta en profundas acanaladuras. La variedad 'Glauca' se distingue por su follaje y ramas con intensos reflejos gris-azulados.

Por su tamaño, requieren un jardín lo suficientemente amplio para acoger su desarrollo gigantesco, especialmente porque sobrevivirán a muchas generaciones de jardineros.

Estos árboles monumentales requieren para apoyar su crecimiento un suelo fresco, profundo, bien drenado y preferiblemente ácido, y prefieren un clima húmedo durante todo el año, cálido en verano y bastante suave en invierno.