Alforfón - Fagopyrum esculentum

El Alforfón común, en latín Fagopyrum esculentum, también conocido como trigo sarraceno, es una planta anual melífera calificada de pseudo cereal, cultivada tanto por sus granos comestibles como por su uso como abono verde. Sus granos marrones, ricos en nutrientes y proteínas, se consumen hervidos como arroz, mientras que la harina es uno de los ingredientes básicos de las famosas tortitas de trigo sarraceno. Utilizado como abono verde, el trigo sarraceno mejora la estructura del suelo y combate eficazmente la proliferación de plantas adventicias. El trigo sarraceno es particularmente adecuado para suelos pobres, pesados, ácidos, compactos, así como para climas húmedos. Se siembra en primavera

El Trigo sarraceno pertenece a la familia de las Polygonáceas y no a la familia de los trigos (género Triticum, familia de las Poáceas) a pesar de su denominación de trigo negro. Se utiliza como abono verde principalmente por su aspecto 'limpiador' con respecto a las hierbas no deseadas y su fuerte capacidad de cobertura. El trigo sarraceno presenta tallos erguidos de 30 a 70 cm de altura, de color violáceo. Las hojas son en forma de corazón invertido mientras que las pequeñas flores, de color blanco rosado, e incluso rosa suave, están agrupadas en racimos apretados. El trigo sarraceno es sensible a las heladas. Se desarrolla en todo tipo de suelos, incluidos los suelos pobres.

Muy utilizados en los jardines cultivados de forma orgánica, los abonos verdes como el trigo sarraceno tienen numerosas ventajas. Nutren y purifican la tierra aportándole diversos nutrientes y estimulando la vida microbiana del suelo. Sus raíces van a aflojar la tierra, descompactarla y airearla. Además, la presencia de una cubierta vegetal protege los suelos de la lixiviación (pérdida de nutrientes en suelos arenosos), del apelmazamiento por las lluvias (formación de una costra en suelos limosos) y de la erosión (debida al escurrimiento en caso de fuertes lluvias asociadas a un terreno en pendiente). Esta cubierta vegetal también permite limitar la aparición de malas hierbas evitando el crecimiento de hierbas no deseadas. Finalmente, los abonos verdes suelen ser melíferos y atraen a los polinizadores.

Los abonos verdes se siembran en parcelas no cultivadas o en parcelas intercalares, entre las hileras de verduras. Son destruidos ya sea naturalmente por las heladas, ya sea cortándolos antes de la formación de semillas. Una vez destruidos, pueden dejarse en su lugar como acolchado, o ser triturados e incorporados a las capas superficiales del suelo, o ser recogidos y llevados al compost.

La cosecha: las semillas maduran de forma escalonada, a partir de finales de septiembre.

En la cocina: la semilla de trigo sarraceno, sin gluten (al igual que la quinua y el sorgo), se cocina de múltiples formas, para sustituir el arroz o la sémola. La harina, sin gluten, es perfecta para intolerantes y alérgicos, pero no es adecuada para la panificación. Para hacer pan de trigo sarraceno, es necesario mezclar la harina con otras que contengan gluten.

El truco del jardinero: al igual que con los cultivos de hortalizas, es importante, para los abonos verdes, pensar en las rotaciones: ¡no siempre siembres lo mismo en el mismo lugar! Las vainas de trigo sarraceno también son un excelente acolchado contra las babosas y caracoles.