Arbres et arbustes à feuillage marcescent
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Los árboles y arbustos de follaje marcescente, como el Haya común (Fagus sylvatica), mantienen sus hojas muertas durante el invierno. Permanecen colgadas y persisten en las ramas hasta la primavera. El Roble común (Quercus robur), con su follaje coriáceo, es otra especie marcescente. Es un árbol de sombra majestuoso adecuado para grandes jardines. El Carpe común (Carpinus betulus), por su parte, es apreciado por su follaje finamente dentado y su capacidad para formar setos densos y persistentes.
Los árboles y arbustos de follaje marcescente siguen siendo decorativos en otoño e invierno, aportando textura y color interesantes al paisaje. La Haya común (Fagus sylvatica), que puede alcanzar los 30 m de altura, tiene hojas ovales, de un verde brillante en verano que se vuelven cobrizas en otoño. Se utiliza para crear setos altos y se planta en parques y grandes jardines. Existen varias variedades de haya, de diferentes tamaños y portes, con follaje variegado... El Roble común (Quercus robur), famoso por su longevidad, puede llegar a los 40 m de altura. Sus hojas lobuladas, verdes oscuro en verano, se tornan marrón claro en otoño y persisten hasta principios de primavera. Este árbol también ha dado algunos cultivares interesantes como 'Fastigiata' de porte estrecho y erecto. El Carpe (Carpinus betulus) y sus variedades coloridas como 'Orange Retz', con follaje naranja finamente dentado, son comúnmente utilizados en setos o topiarios. Descúbralos en estas páginas.
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