Hierba de Santa Bárbara - Barbarea vulgaris

La Hierba de Santa Bárbara o Barbarrea común, en latín Barbarea vulgaris, es una planta bienal a perenne de nuestra flora autóctona. La que le ofrecemos es una selección holandesa. Esta Barbarrea común produce bonitas flores de un amarillo muy fresco, nectaríferas y melíferas, desde principios de primavera hasta el verano. Las hojas son comestibles y contienen vitamina C. Se consumen las hojas primaverales crudas en ensalada, en pequeña cantidad. Más tarde en la temporada, se cocinarán en dos aguas y se usarán como verdura. Los botones florales pueden consumirse crudos o ligeramente cocidos. Siembre de marzo a mayo, directamente en su lugar al sol, en el jardín o en macetas, a razón de una semilla cada 30 cm.

La Hierba de Santa Bárbara pertenece a la familia de las Brassicáceas, como los coles, el berro y la Arúgula de jardín con los cuales comparte un ligero sabor picante. Crece de forma natural en lugares frescos a húmedos, generalmente en suelos arcillo-calcáreos. Es una planta resistente al frío que se comporta como bienal o perenne de corta vida, dependiendo del modo de cultivo, el clima y la fecha de siembra. Entre ensalada y verdura, es una planta herbácea con un sabor picante, más o menos amargo. Al alcanzar la madurez, la planta forma un manojo de 50 cm de altura por 30 cm de ancho, a veces mucho más en suelos ricos y húmedos. Produce una roseta de hojas basales de las que se elevan tallos herbáceos, llenos, estriados, glabros, a veces ramificados, frondosos. Las hojas basales son profundamente cortadas y tienen un lóbulo terminal redondeado. Las de los tallos son más pequeñas y no cortadas. La floración comienza en marzo-abril y puede renovarse hasta julio. Las flores, de pequeño tamaño, compuestas por 4 pétalos amarillos pálidos a amarillo brillante, están agrupadas en espigas. Ricas en néctar y polen, son muy visitadas por las abejas. Tras la polinización se forman frutos alargados llamados silicuas que contienen multitud de pequeñas semillas muy oscuras. Se autosiembran fácilmente.

Cosecha: La recolección de las hojas se realizará de primavera a verano, pero solo las recolectadas en primavera, menos amargas, pueden consumirse crudas y en pequeña cantidad para realzar ensaladas. El resto del tiempo, se cocinarán en dos aguas para limitar la amargura. Los botones florales, que se asemejan a pequeños brócolis, se recolectarán según las necesidades.

Conservación: Las hojas de Barbarrea común son bastante frágiles y se marchitan rápidamente, se pueden conservar 2 o 3 días en el refrigerador, con los tallos en agua en un frasco, como haría con un pequeño ramo. La congelación de las hojas es un poco tediosa, es más interesante preparar algunos purés que luego congelará.

El truco del jardinero: en el huerto, es interesante cubrir y alimentar la tierra intercalando, entre dos cultivos, un abono verde. La Mostaza blanca (que, por cierto, florece amarilla) es una de las más utilizadas. Pero cuidado, esta mostaza también pertenece a la familia de las Brassicáceas (ex Crucíferas) lo que es importante cuando se vela por la rotación de cultivos. Antes o después del cultivo, prefiera la hermosa Facelia de floración azul.

En el jardín ornamental: la Barbarrea también se planta en parterres soleados, con plantas perennes o anuales. Sus flores de un amarillo muy alegre lucen maravillosamente prácticamente 4 meses al año.