Limero​ Red Lime - Citrus aurantiifolia

El Limero del México (Citrus x aurantiifolia 'Limero Rojo'), o Limonero rojo, es un cítrico de vigor medio, cuyo árbol, de porte compacto, es ornamental y muy florífero en primavera. ¡Sus pequeñas flores blancas estrelladas, agradablemente perfumadas, son seguidas por pequeños frutos más o menos esféricos de un sorprendente rojo anaranjado! La pulpa roja oscura y jugosa de este cítrico es particularmente ácida pero muy aromática. Esta especie, la menos resistente de todos los cítricos, tiene exigencias tropicales muy marcadas: perece por debajo de los -3°C y requiere calor durante todo el año para fructificar adecuadamente. Se cultiva en un gran recipiente para resguardarlo en un invernadero ligeramente calefaccionado en invierno, o en terreno abierto en regiones cálidas y libres de heladas.

El Citrus x aurantiifolia también recibe los evocadores nombres de Limero ácido, Limero dulce, Limero limón, lima mexicana o Limonero de las Antillas según las regiones. Es un arbusto espinoso, de la familia de las Rutáceas, con un porte tupido bastante erguido. Probablemente originario del sudeste asiático, específicamente de Malasia y Filipinas, aunque su origen exacto es un poco incierto. Estudios recientes tienden a demostrar un origen híbrido entre el Citrus medica (cidro) y el C. micrantha (lima pequeña silvestre de Filipinas).

Este pequeño árbol alcanza una altura de 3,50 m y se extiende unos 2,50 m. Sus ramas son cortas y llevan numerosas espinas cortas y muy agudas. Poco resistente, puede plantarse en terreno abierto en un estrecho cordón del litoral mediterráneo. En otros lugares, se cultiva en macetas y se resguarda al llegar los primeros fríos. Cultivado principalmente por sus frutos, el limonero florece abundantemente, en marzo-abril, y luego de forma más esporádica, hasta el otoño en clima mediterráneo. Produce pequeñas flores blancas, ligeramente teñidas de amarillo en el centro y con un aroma suave y delicioso a nerolí, característico de los Cítricos. Estas dejan paso a frutos de forma ovalada a redondeada, evocando la de los limones amarillos, de 3 a 5 cm de diámetro. Su epidermis, muy fina y lisa, primero de color verde oscuro, luego adquiere un tono rojo anaranjado. La pulpa de la fruta, roja oscura, es muy jugosa y muy ácida, y contiene algunas pepitas. Se pueden recolectar los frutos aún verdes, cuando su concentración de aceites esenciales está en su apogeo. Las hojas persistentes y aromáticas de este cítrico son ovales, coriáceas, de pequeño tamaño y de color verde intenso.

Los frutos del Citrus x aurantifolia forman parte de las tradiciones culinarias de varios países del sudeste asiático, así como de la Isla de la Reunión y las Antillas. Su uso es casi tan extenso como el del limón amarillo, en platos salados o dulces. Su jugo se utiliza en la elaboración de bebidas refrescantes o cócteles, a los que aporta un toque de acidez y un aroma único. La cáscara a veces se emplea para aromatizar repostería. Acompañado de un poco de pimiento, el limón verde suele acompañar a menudo los platos de la Reunión y el ti-punch antillano. Además de su importancia alimentaria, el Limonero es también una planta medicinal cuyas propiedades terapéuticas, utilizadas desde hace siglos en la medicina tradicional, son objeto de estudios científicos detallados. La lima es menos rica en ácido ascórbico (Vitamina C), así como en vitamina A y B. De fácil conservación, este cítrico solía ser embarcado en veleros, proporcionando una buena fuente de vitaminas para combatir el escorbuto.

Como todos los Citrus, el Limonero contiene en sus hojas, flores y frutos bolsas de esencia a menudo visibles a simple vista, de las que se extrae por destilación (flor y hojas) o por presión (cáscara) aceite esencial con propiedades equilibrantes, ligeramente sedantes, que ayudan a reequilibrar las energías vitales. Estimulante, el aceite esencial es conocido por facilitar la circulación sanguínea. La fragancia del aceite esencial se describe como fresca, cítrica, acidulada, con notas ligeramente dulces y amargas.

La mayoría de los cítricos se desarrollan en terreno abierto en regiones costeras mediterráneas donde encuentran el calor necesario durante todo el año. Pero para fructificar bien, no deben faltarles ni agua ni alimento. Poco resistente, el Citrus aurantifolia comienza a sufrir el frío a partir de 0°C. Se trata de un arbusto autopolinizante, lo que significa que un solo individuo es suficiente para una polinización completa y asegurar la fructificación.