Albaricoquero Canino

El Albaricoquero Canino es una variedad autofértil, vigorosa y muy productiva. Sus grandes frutos oblongos amarillo anaranjados de 4,5 a 5,5 cm de diámetro, están dotados de una pulpa firme, jugosa, dulce y aromática. Son apreciados en repostería para la elaboración de tartas. Su contenido de jugo es apreciado para hacer néctar de albaricoque. También se disfrutan frescos y se conservan bien después de la cosecha. Esta variedad se adapta bien al Sur de Francia: la floración es temprana y las flores se hiela a -2°C.

El albaricoquero que cultivamos (Prunus armeniaca) fue introducido en la cuenca mediterránea desde Armenia, de donde proviene su nombre. Se han determinado cuatro subgrupos geográficos. El cruce de variedades de dos de ellos, el del Norte de África y el Europeo, probablemente dio origen a la variedad Canino. Originaria de la región de Valencia, en España, la variedad Canino se cultiva en toda la cuenca mediterránea. En Marruecos, representa el 80% de las superficies cultivadas.

El Albaricoquero Canino se adapta al clima mediterráneo. Sin embargo, también se adaptará muy bien al resguardo de un muro bien soleado en regiones más frías.
Naturalmente, el Albaricoquero tiene un porte redondeado, formando un domo. Las ramas crecen en todas direcciones de manera regular, ocultando los 2/3 de la altura del tronco. Las hojas son dentadas, en forma de corazón, y tienen un pecíolo largo.
La floración del Albaricoquero, que ocurre en marzo, es temprana, a pesar de su sensibilidad al frío. La floración se produce en las ramas del año anterior. La flor tiene 5 pétalos de un blanco ligeramente rosado, y sépalos rojos. Es aromática, pero dura poco tiempo. La fructificación alcanzará la madurez de los frutos en la segunda quincena de julio.
El Albaricoquero Canino, variedad muy fértil, es autofértil. Por lo tanto, no necesita la presencia de otro albaricoquero para ser polinizado.

Se consume el albaricoque fresco, seco o preparado: mermeladas, tartas, compotas, albaricoques en almíbar... También se encuentra en platos salados, como el conejo con albaricoques y chirivía, receta inglesa. Los jugos de albaricoque se mezclan ventajosamente con un toque de jugo de melocotón para contrarrestar la acidez natural del albaricoque.