Albaricoquero Goldrich

El Albaricoquero Goldrich es una variedad auto fértil, vigorosa y productiva. Es conocida, en particular, por sus enormes frutos, de aproximadamente 6 a 7 cm de diámetro, y pesados, en promedio 275 g. Su piel naranja brillante encierra una pulpa perfumada, dulce y jugosa, ligeramente acidulada. La cosecha de estos grandes frutos comienza a mediados de julio.

El albaricoquero es originario de Asia Central y Oriental. Se cultiva en China desde hace 3.000 años antes de Cristo. El albaricoquero que cultivamos (Prunus armeniaca) fue introducido en la cuenca mediterránea desde Armenia, de donde proviene su nombre, a principios de la era cristiana. Su introducción en Francia se hizo en el Renacimiento. En 1954, el Albaricoquero Goldrich fue creado en Estados Unidos a partir de ancestros europeos y asiáticos.

Esta variedad tiene un porte semi erguido y semi extendido, lo que se traduce en un árbol delgado y alto en la base, luego desplegado, con ramas de crecimiento horizontal y otras de crecimiento vertical, ofreciendo una buena aireación natural al árbol. Las hojas son dentadas, en forma de corazón, y tienen un pecíolo largo. Alcanza hasta 4 m de altura con un diámetro de 3 m. Comienza a producir a los 3 años y alcanza la madurez completa a los 7 años.
La floración del albaricoquero ocurre a finales de marzo, antes de la aparición de las hojas. La floración es llevada por las ramas del año anterior. La flor tiene 5 pétalos rosados y sépalos púrpuras. Es fragante, pero dura poco tiempo. La fructificación llegará a la madurez de los frutos a partir de mediados de julio, durante unas dos semanas.

Se consume el albaricoque fresco, seco o preparado: mermeladas, tartas, compotas, albaricoques en almíbar... También se encuentra en platos salados, como el conejo con albaricoques y chirivías, receta inglesa. Los jugos de albaricoque se cortan ventajosamente con un toque de jugo de melocotón para contrarrestar la acidez natural del albaricoque.