Guinda enana Maynard

El Prunus cerasus Maynard es una variedad de guinda enana, bien adaptada a los pequeños jardines. El ejemplar propuesto aquí está además injertado en 1/4 de tallo, lo que permite cultivarlo en maceta en una terraza. Este cerezo florece a finales de marzo y produce en julio hermosas guindas rojas, con pulpa dulce y jugosa. No es auto-fértil, por lo que necesita ser polinizado por Griotella para producir adecuadamente. Maynard crece con un porte piramidal relativamente estrecho, lo que facilita la recolección de frutos. Adaptándose a la mayoría de los suelos, tolerante en cuanto al riego (excepto en periodos de alto calor y en zonas mediterráneas), esta variedad es fácil de cultivar.

El cerezo ácido, en latín Prunus cerasus (también conocido como guindo), así como el cerezo dulce Prunus avium, son las dos principales especies que han dado origen a la mayoría de los cerezos de frutos dulces cultivados en nuestros jardines. Pertenecen a la familia de las Rosáceas, una de las más importantes en nuestras latitudes, tanto para el jardín frutal como para el ornamental, así como para la flora silvestre. El cerezo es un árbol de tamaño mediano, que alcanza entre 5 y 10 m de altura en la edad adulta. Su porte redondeado ofrece un agradable espacio sombreado, muy agradable durante el verano. Sus hojas alternas y dentadas en los bordes son brillantes, de un verde oscuro, luego adquieren un bonito tono rojizo en otoño antes de caer. Las cerezas son ricas en vitamina C, sales minerales y oligoelementos.
Esta variedad 'Maynard' forma un pequeño árbol de porte erguido, piramidal a cónico, de 2 a 3 m de altura por 1,50 m de envergadura. Está injertado bajo, en 1/4 de tallo, lo que facilita la recolección y permitirá incluso a los niños servirse solos. A finales de marzo, se cubre con una floración blanca muy decorativa, que después de la polinización por los insectos, dará a principios de julio cerezas rojas a rojo oscuro, con pulpa dulce y jugosa.

Adaptado a todas las regiones de Francia, hasta 800 m de altitud, el Guindo puede plantarse en un césped, al fondo de un macizo o dentro de un huerto. Es necesario ser vigilante en primavera, ya que la floración es muy sensible a las heladas (primeros daños a partir de -2°C). Gracias a su forma compacta, esta variedad es muy fácil de proteger en este caso con la ayuda de un velo no tejido de 30 g/m² para enrollar alrededor del follaje. Este Guindo compacto se adapta bien a los pequeños jardines, plantado de forma aislada o para formar un pequeño huerto, junto a otros árboles frutales enanos o de pequeño tamaño, como el Ciruelo enano Goldust que no supera los 1,50 m de altura o el Peral enano Garden Gem con las mismas proporciones.