Guinda Kelleriis16

El Prunus cerasus Kelleriis 16 (Morellenfeuer) es una variedad de Guinda con grandes frutos rojos, dulces y ligeramente ácidos. Se consumen frescos y son perfectos para repostería o conservas. Este Guindo forma un árbol de tamaño mediano, con una corona redonda y porte flexible. Esta variedad autofértil puede ser plantada sola; florece abundantemente en marzo-abril y da frutos en verano. Muy resistente a enfermedades y muy productivo, es una excelente elección para jardines pequeños a medianos.

El cerezo ácido, en latín Prunus cerasus (también conocido como guindo), y el cerezo dulce Prunus avium son las dos especies principales que han dado origen a la mayoría de los cerezos de frutos dulces cultivados en nuestros jardines. Pertenecen a la familia de las Rosáceas, una de las más importantes en nuestras latitudes, tanto para el huerto frutal como para el ornamental, así como para la flora silvestre. El cerezo es un árbol de tamaño mediano que alcanza de 5 a 10 m de altura en su edad adulta. Su porte redondeado ofrece una agradable sombra, muy agradable durante el verano. Sus hojas alternas y dentadas en los bordes son brillantes, de un verde oscuro, y luego adquieren un bonito tono rojizo en otoño antes de caer. Las cerezas son ricas en vitamina C, sales minerales y oligoelementos.
Esta variedad 'Kelleriis 16', también llamada por los alemanes 'Morellenfeuer', forma un pequeño árbol de porte flexible y corona redondeada, con extremos de ramas colgantes, de 5 m de altura y envergadura. En marzo-abril, presenta una abundante floración blanca, tan decorativa como la de un cerezo ornamental. Después de la polinización por insectos, produce grandes cerezas rojas en julio-agosto. Dulces y ligeramente ácidas, son igualmente deliciosas frescas o cocinadas en repostería y se pueden conservar.
Es una variedad autofértil que no necesita ser polinizada por otro ejemplar. Es muy productiva y además, poco sensible a enfermedades.
Este cerezo puede ser plantado en la mayoría de los suelos de jardín, tolerando la acidez y el calcáreo sin problemas. Una vez enraizado, también es tolerante al riego, pero un aporte ocasional siempre es útil, especialmente en periodos de calor prolongado. Es recomendable tutorar los primeros años, hasta que el sistema radicular se establezca bien. Los árboles frutales de hueso, como los cerezos, no aprecian mucho la poda, ya que puede desencadenar la gomosis, una producción de resina en respuesta al estrés. Por lo tanto, es mejor limitarse a recortar ligeramente los extremos de los brotes verdes a principios de agosto. Otra precaución importante es revisar cada año los amarres para evitar estrangular el tronco. Es preferible usar amarres de goma y dar regularmente un poco de holgura para no obstaculizar el crecimiento del eje principal.

Adaptado a todas las regiones de Francia, hasta 800 m de altitud, el Cerezo se puede plantar en un césped, al fondo de un macizo o en un huerto. Hay que ser vigilante en primavera, ya que la floración es muy sensible a las heladas (primeros daños a partir de -2°C). Este cerezo de tamaño mediano se adapta bien a los pequeños jardines, plantado de manera aislada o para formar un pequeño huerto, junto a árboles frutales clásicos, Manzanos, Durazneros de viña, o más originales como el Ciruelo mirabel o el Caqui.