Manzano columnar Ballerina Polka

El Manzano columnar Ballerina ® 'Polka'  es una variedad vigorosa de manzano columnar muy ahorradora de espacio. Muy decorativa, la floración es excepcional. Este manzano se adapta a huertos, pequeños jardines, setos, terrazas, pérgolas... Produce grandes frutos de forma abombada, rojos e incluso anaranjados. Su pulpa es dulce, jugosa y ligeramente ácida. La cosecha se realiza a mediados de septiembre y los frutos se conservan hasta noviembre. El Manzano columnar Ballerina ® 'Polka'  no es autofértil.

El manzano es un árbol autóctono en Europa, y especialmente en Francia donde su presencia está documentada desde la antigüedad. El Manzano columnar Ballerina ® 'Polka'  es una variedad surgida de una mutación natural de McIntosh, que convirtió al árbol en columnar, en 1969. Este aspecto interesante llevó a los seleccionadores a hibridar este árbol con variedades como 'Golden Delicious' y 'Greenleves' para mejorar sus cualidades gustativas. Cuatro híbridos surgieron de estos trabajos, incluido el Manzano columnar Ballerina ® 'Polka'.

El porte en columna más alto que ancho supone un interesante ahorro de espacio para los pequeños jardines y permite que esta variedad sea cultivada en grandes macetas en una terraza, por ejemplo. Este árbol no requiere poda de mantenimiento. Su follaje está compuesto por hojas muy grandes, ovales, un poco peludas y de color verde marrón en el haz, blanco verdoso en el envés, profundamente dentadas.
Su floración excepcional, abundante, de un blanco rosado, ocurre a finales de marzo. La floración no teme a las heladas. Por lo tanto, el manzano está adaptado al cultivo en todas las regiones. Autosteril, se requiere la presencia de manzanos cuya floración ocurra al mismo tiempo. La variedad columnar Ballerina ® 'Maypole' será la mejor polinizadora para los otros 3 híbridos.
La fructificación comienza a mediados de septiembre. Los grandes frutos son de forma abombada, rojos e incluso anaranjados. Su pulpa es dulce, jugosa y ligeramente ácida.

Estas manzanas son especialmente adecuadas para la elaboración de repostería. Por supuesto, también se pueden consumir en compotas, en mermeladas, frescas, en gelatinas y en platos salados, en combinación con quesos normandos, por ejemplo.