Goji - Lycium chinense

Lycium chinensis, comúnmente llamado Goji, o también Goji de China, es un arbusto caducifolio, tupido, con largos tallos arqueados un poco espinosos. A principios de verano aparecen pequeñas flores rosa púrpura, que dan paso a principios de otoño a bayas ovales, rojo anaranjadas, dulces y aciduladas. Poseen propiedades nutritivas conocidas desde hace milenios y son excepcionalmente ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Bastante resistente, fácil de cultivar, forma espontáneamente un gran mechón, pero es mejor guiarlo y podarlo regularmente para facilitar la recolección de las bayas.

Lycium chinensis (o Lycium chinense) pertenece a la familia de las Solanáceas, una familia botánica importante que incluye muchos géneros ornamentales, como los Daturas, Brunfelsia o Cestrum, pero también especies alimenticias de gran importancia en nuestra dieta, como los tomates y las papas, o más anecdóticas, como el Physalis, el amor en jaula con frutos tanto decorativos como comestibles. Lo mismo ocurre con el Goji, denominación compartida con una especie cercana, el Lycium barbarum o Goji común, nativo de la cuenca mediterránea.

El Lycium chinensis es originario de Asia y principalmente de China. Forma un arbusto tupido, emitiendo largos tallos arqueados, colgantes, dándole una apariencia expansiva. Un ejemplar adulto medirá aproximadamente 1,80 m de altura por 1,50 m de ancho. Al ser un poco espinoso, puede ser conveniente cultivarlo contra una pared, una cerca u otro soporte y podarlo para limitar su desarrollo y facilitar así la recolección de las bayas. Su estética no es realmente atractiva, ya que tiende a despejarse un poco desde la base y con frecuencia está sujeto al oídio que enturbia sus hojas con un polvo blanco grisáceo (sin embargo, no afecta realmente la fructificación). Las hojas son caducas (ausentes en invierno), de un verde bastante vivo en las hojas jóvenes, evolucionando a un verde grisáceo en las hojas maduras. Estas últimas, de tamaño modesto, son de forma elíptica y alargada, más anchas hacia la base y miden aproximadamente 3-4 cm de longitud por 1-2 cm de ancho. La floración ocurre de junio a julio, e incluso en agosto, en forma de pequeñas flores de 10 mm de diámetro, tubulares, campanuladas y estrelladas, hermafroditas, de color rosa oscuro a rosa púrpura. Auto-fértil, el Goji de China fructifica después de unos 3 años de plantación. La floración es seguida por la formación de bayas ovoides, primero verdes y luego naranjas al madurar, de unos 18 mm de longitud aproximadamente. Estas bayas son comestibles cuando están maduras, de septiembre a octubre o noviembre: es preferible consumir las bayas secas, recolectadas bien maduras, cuando el contenido de solanina ha disminuido en la pulpa.

Esta pequeña fruta es rica en carbohidratos y proteínas, baja en lípidos. Es muy rico en calcio, potasio, hierro, selenio, vitamina E, vitaminas B2, beta-caroteno (que le da su color anaranjado) y vitamina C (que facilita la asimilación del hierro por nuestro organismo). La pulpa de Goji ha sido objeto de numerosos estudios en los últimos años, que tienden a demostrar que posee una acción antioxidante.

Bastante resistente, el Goji puede soportar hasta -20°C. Puede integrarse en el jardín ornamental, guiándolo contra una malla, por ejemplo. También puede formar parte de un seto campestre, junto con los groselleros y arbustos florales, o guiarlo con zarzamoras de jardín. Como es bastante resistente a la sequía y muy rústico, se puede plantar en toda Francia, del norte al sur, adaptándose al clima. Simplemente será más productivo si el suelo permanece un poco húmedo. Asócielo con el Zanthoxylum piperitum, el Pimentero de Sichuan cuyas bayas picantes se pueden utilizar en la cocina, o con el Cornus mas Schöbrunner Gourmet Dirndl, un Cornus masculino con pequeños frutos rojos dulces.