Vid Alphonse Lavallée ZPd4

La Vid Alphonse Lavallée es una antigua variedad de uva muy productiva que proporciona uvas negras, bastante dulces, que se consumen frescas pero también pueden ser vinificadas (aunque poco interesantes para este uso). Variedad tardía, sus bayas son buenas para ser recolectadas hacia finales de septiembre. Estas uvas, de gran diámetro, tienen una piel gruesa y se conservan bien. Bastante rústica y vigorosa, esta variedad es además bastante sensible al mildiu, al oídio y a la excoriosis. También es propensa a la erinosis, provocada por un ácaro minúsculo.

La vid (Vitis vinifera) creció de forma silvestre hace más de 5000 años en América del Norte y Central, Europa y Asia Central y Oriental. La subespecie sylvestris todavía existe, siendo una enredadera trepadora que crece en los bordes de los bosques y es capaz de elevarse a grandes alturas en los árboles. Su introducción en Francia para el cultivo fue realizada por los focenses en Provenza, alrededor del año 600 a.C. Las variedades actuales, denominadas cepas en el caso de la vid, están relacionadas con la subespecie vinifera (aunque existen otras especies cultivadas, aunque en minoría). Económicamente, la vid para vino predomina ampliamente sobre la de uva de mesa, contándose más de 200 cepas autorizadas en Francia, fruto de un largo trabajo de selección a lo largo de los siglos.

Alphonse Lavallée, nombrada en honor al fundador de la Escuela Central de París, es una variedad antigua cuyo origen es incierto. Se cree que proviene de un cruce natural entre la cepa Bellino y la Lady Downe's seedling negro, descubierta por un viverista de Orleans en 1860. Sin embargo, según algunos análisis genéticos, descendería más bien de un cruce entre el Muscat de Hambourg y el Gros Colman (o Dodrelyabi), una cepa caucásica. Esta variedad brota 6 días después del Chasselas, variedad de referencia para los estadios fenológicos de la vid. Muy vigorosa, tiene un porte horizontal o colgante y generalmente es conducida en poda corta por los productores profesionales. Sin embargo, también puede ser guiada y conducida en poda larga, especialmente en el jardín. Alcanzará una altura de 4 m con aproximadamente 3 m de extensión y podrá cubrir una espaldera o una carpa de jardín. Las hojas jóvenes de color amarillo se vuelven verdes medios posteriormente y, en la madurez, son de gran tamaño, con 5 lóbulos poco dentados. El follaje adquiere hermosos colores otoñales, rojo púrpura, comenzando por el borde y extendiéndose por toda la lámina.

Su floración en mayo-junio da lugar a hermosos racimos, de medianos a grandes, con forma troncónica, más o menos sueltos. Como la mayoría de las uvas, es una variedad autofértil. Las bayas son muy grandes, con aproximadamente 25 mm de diámetro, de forma generalmente esférica pero más o menos irregular debido a la presencia de pequeñas protuberancias. Su piel gruesa es de un color negro azulado con un polvillo en la superficie. Variedad tardía, estas bayas son buenas para ser recolectadas a partir de finales de septiembre (o mediados de septiembre según la región), 3 semanas después del Chasselas. Con pulpa firme y dulce, se consumen frescas, en jugos o ensaladas y tienen buena capacidad de conservación.

En general, la uva es rica en vitaminas B, es una fuente de fibras y manganeso, y está bien provista de antioxidantes. También se dice que juega un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares, y sobre todo, es un postre saludable, natural y sabroso.

Para disfrutar de sabores diferentes, plante junto a ella una variedad de uva blanca como Perlette, sin pepitas y con un ligero aroma muscatel. O la Mora sin espinas Loch Ness, cuyos frutos se pueden disfrutar frescos o cocidos en postres o mermeladas. O una de las muchas variedades de Kiwi, esa deliciosa fruta rica en vitaminas. Y para jugar con los contrastes de colores, plante cerca una trepadora original, el Lúpulo dorado (Humulus lupulus Aureus), cuyo follaje decorativo durante todo el año creará una escena magnífica cuando el de Alphonse Lavallée se torne rojo en otoño. ¡Una hermosa manera de reconciliar el mundo del vino con el de la cerveza!