Vid Ametista

Esta vid 'Ametista', poco conocida en Francia, es una variedad de mesa llamada "sin pepitas", que produce racimos de uvas doradas que se tornan rosadas en la madurez, con una pulpa que desprende un delicado aroma a fresa. Es una vid de vigor medio, productiva, muy rústica y resistente a enfermedades, poco exigente en cuanto al suelo. Es fácil de cultivar en cualquier lugar siempre que reciba suficiente sol. Sus racimos se cosechan a partir de principios de septiembre en el Sur, en septiembre-octubre en regiones más frías. Muy agradables de degustar, ¡sus uvas serán un deleite para los niños! 

Esta vid 'Aperina Ametista' forma parte de una serie de descendientes de la uva Sultanina (sinónimo de Thompson Seedless), una variedad llamada "sin pepitas" cultivada a gran escala para la producción de uvas pasas. Todos tienen en común producir granos calificados como apirenos, cuyas pepitas son atrofiadas. Esta planta pertenece, al igual que todas las vides, a la familia de las Vitáceas.

La vid 'Ametista' es similar a la variedad 'Katharina' en cuanto al sabor y tamaño de sus uvas. Es un arbusto sarmentoso y trepador, cuyos tallos serpenteantes provistos de zarcillos alcanzan aproximadamente 3 m de longitud con el tiempo. Forma un tronco, a menudo nudoso y retorcido, cubierto de una corteza fibrosa y marrón que se desprende en fragmentos con la edad. Sus largos tallos verdes llevan hermosas hojas de forma redondeada, recortadas en los bordes, de color verde medio, que se tornan amarillas antes de caer en otoño.

Florece a finales de primavera, de mayo a junio según las regiones, en forma de racimos densos y bien formados, de forma piramidal, ramificados, cargados de diminutas flores verdes. Tras la polinización por insectos se forman las bayas que llamamos uvas. Son bastante grandes y de forma oval a puntiaguda. Su piel cambia sucesivamente de verde a dorada y luego se tiñe de rosa, especialmente en las partes expuestas al sol. Contienen una pulpa translúcida, casi sin pepitas reales. Jugosa y dulce, revela un agradable aroma frutal. Esta variedad se poda a finales de invierno, después de las heladas, por encima de 5 yemas (brotes) para favorecer la formación de nuevos brotes que florecerán.

A diferencia de la creencia popular, las uvas sin pepitas no son organismos genéticamente modificados, sino que provienen de un complejo proceso de selección realizado por especialistas en vides. Son frutos de plantas híbridas estériles, cuyas semillas, o pepitas, son incapaces de desarrollarse: reducidas a su mínima expresión, estas semillas apenas son detectables en la boca. 

Plantada al sol, la vid Aperina Ametista será muy decorativa a lo largo de una pared, en una pérgola, en terreno abierto o en una gran maceta en una terraza. Sus uvas se consumen tal cual, en jugo, en ensaladas de frutas, en tartas o en mermeladas. Esta vid se instala en el jardín, en una pérgola, en maceta, o se entrelaza contra una pared.