Vid Argentina (GARGIULO 130387)

La Vid Argentina es una vid muy rara en cultivo que hará las delicias de los golosos y curiosos. Es una variedad argentina resistente que se caracteriza por sus racimos cargados de pequeños racimos rosados bastante alargados y puntiagudos, sin pepitas, que desprenden un aroma a moscatel. La planta, de vigor medio, es bastante resistente a enfermedades. La cosecha se realiza en septiembre-octubre según las regiones.

La vid (Vitis vinifera) crecía silvestre hace más de 5000 años. Su introducción en Francia, para el cultivo, se realizó por los romanos. Han surgido numerosos híbridos para variar colores, sabores y usos. La cepa Argentina proviene del cruce entre las vides Moscatel rosado N°2 (un moscatel rosado) y Gargiulo 1481. Posee, entre otros, los genes de Vitis Sultanina que ha legado a sus descendientes granos sin semillas. 'Argentina' está clasificada tanto como vid de mesa como de vinificación.

Arbusto sarmentoso trepador de vigor medio, la vid Argentina alcanza fácilmente los 4 m de altura o de extensión si no se poda. Su forma final dependerá de la poda practicada. Es una planta de sol frugal, poco exigente, que prefiere incluso un suelo arcilloso y pedregoso, con tendencia calcárea, pero puede resultar sensible a la sequía prolongada. Sus largos tallos se sujetan solos a su soporte (espaldar, pérgola…) mediante grandes zarcillos verdes y volubles. Su follaje recortado en bordillos, de un verde intenso en verano, se adorna con el más bello dorado en otoño. Su floración ocurre en mayo-junio según los años y las regiones, ofreciendo diminutas flores verdosas reunidas en racimos cónicos a piramidales, de tamaño mediano, bastante compactos. Esta floración alimenta a las abejas. Sus uvas de pequeño tamaño (1,5 cm) presentan un extremo ligeramente puntiagudo. Su piel moderadamente gruesa va del verde al dorado y luego al rosa en completa madurez. 

La uva Argentina se consume en la mesa o en jugo, por ejemplo en un cóctel de frutas vitamínico en el desayuno. Puede utilizarse para decorar un bordillo, una pérgola o para poner en espaldera contra una pared muy soleada y resguardada de los vientos fríos.