Vid Bianca

La Vid Bianca es una variedad muy vigorosa. Produce racimos medianos, cilíndricos, alados, más o menos compactos. Las bayas son medianas, esféricas. Su piel es gruesa, de color amarillo verdoso a amarillo dorado. La pulpa es crujiente y dulce. La cosecha se realiza a finales de septiembre y octubre según las regiones. La Vid Bianca es moderadamente sensible a las enfermedades. Se cultiva hasta en el extremo norte de Europa.

La vid de vino (Vitis vinifera) crecía salvajemente hace más de 5000 años. Su introducción en Francia para su cultivo se llevó a cabo por los romanos. Se han creado numerosos híbridos para variar colores, sabores y usos. La Vid Bianca es una variedad resultado de un cruce: 12375 Seyve-Villard x Le Bouvier (uva autóctona de Austria). Fue obtenida en 1963 en Hungría por Csizmazia Jozsef y Bereznailazlo.

Arbusto sarmentoso vigoroso, la Vid Bianca puede alcanzar hasta 5 m. Es preferible podarla larga. Su forma final dependerá de la poda realizada. Es indiferente al tipo de suelo, poco exigente, prefiere incluso un terreno seco, pobre y pedregoso. La vid se sujeta sola a su soporte (espaldera, emparrado...) gracias a sus grandes zarcillos verdes y prefiere las ubicaciones bien soleadas. Bastante resistente a las enfermedades, esta variedad se adapta bien a los jardines de aficionados debido a la escasa necesidad de tratamientos que requiere.
Su follaje recortado, de un verde intenso en verano, se viste de un hermoso dorado en otoño.
Su floración en racimos ocurre en mayo, ofreciendo pequeñas flores blancas rosadas.
Sus uvas de mesa, en racimos medianos, maduran a finales de septiembre, según las regiones. Las bayas son medianas, esféricas. Su piel es gruesa, de color amarillo verdoso a amarillo dorado. La pulpa es crujiente y dulce. En vino, Bianca tiene aromas de albaricoque, melocotón y notas florales.

La uva se consume como fruta de mesa, fresca, pero también en mermelada, en gelatina, en zumo de fruta, en repostería, y por supuesto, en vino.