Vid Bonarda

La vid de vino (Vitis vinifera) crecía de forma silvestre hace más de 5000 años, pertenece a la familia de las vitáceas. Su introducción en Francia para su cultivo se realizó a través de los romanos. Se han creado numerosos híbridos para variar colores, sabores y usos. La vid 'Bonarda' es una variedad de origen italiano cultivada en varios países (Australia, Brasil, Estados Unidos, Bulgaria, Ucrania, Suiza), pero rara en Francia.

Arbusto sarmentoso de vigor medio, la Vid 'Bonarda' puede alcanzar hasta 4 m de altura. Su forma final dependerá de la poda realizada. La vid se sujeta sola a su soporte (espaldera, emparrado...) gracias a sus zarcillos y prefiere las ubicaciones bien soleadas. Tiene un porte fuertemente erguido. Se recomienda guiarla sobre alambres y palizarla adecuadamente. Esta variedad prefiere un suelo profundo, arcilloso, rico en nutrientes y permeable. Requiere una poda corta, por encima de 2 yemas.
Su follaje poco recortado, amplio, de color verde intenso en verano, se torna amarillo y marrón en otoño antes de caer. Su floración en racimos ocurre en mayo-junio, en panículas de diminutas flores de un tono amarillo verdoso. Esta variedad produce racimos medianos a grandes, cónicos a piramidales, a veces con 3 alas, más o menos compactos. Sus uvas son de tamaño mediano, redondas o ligeramente ovoides, cubiertas por una piel gruesa, algo coriácea, de color casi negro en plena madurez y muy pruinosa. Su pulpa es suave, jugosa y dulce, produciendo un jugo ligeramente coloreado.

La variedad 'Bonarda' es sensible al mildiu y a los gusanos de racimo, un poco menos al oídio. Se recomienda tratarla regularmente, especialmente en climas húmedos. La planta se sujetará a cualquier soporte que se le brinde: mallas, vallas, arbustos y árboles. Es recomendable palizarla contra un muro de piedra bien expuesto para que pueda aprovechar al máximo el sol.

La uva se consume como fruta fresca, pero también en mermelada, gelatina, zumo, repostería y, por supuesto, en vino, después de la vinificación. En general, la uva es rica en vitaminas B, es una fuente de fibra y manganeso, y está bien provista de antioxidantes. Es un postre saludable, natural y sabroso.