Neillia affinis

El Neillia affinis, o Neillia affine, también conocido como Reina de los prados rosa, es un pequeño arbusto elegante con floración primaveral en racimos de pequeñas flores rosa brillante. Desarrolla a finales de primavera un follaje verde intenso, dentado, y forma un hermoso arbusto arqueado, abierto, casi llorón. Originario de China y Tíbet, donde crece en las orillas rocosas de los cursos de agua y en matorrales a altitudes medias, encontrará su lugar en todos los jardines y se adaptará a todos los climas.

El Neillia affinis pertenece a la familia de las Rosáceas, es originario del Oeste de China y Tíbet. El crecimiento de este arbusto es de medio a rápido y su tamaño adulto no superará 1,5 m en todas direcciones. Forma un pequeño arbusto caduco con porte arqueado y abierto. En mayo y junio aparecen en el extremo de las ramas racimos de pequeñas flores rosa pálido. Le siguen pequeños frutos cuyo contorno permanece adornado con una corona de estambres. El follaje, muy elegante, recuerda al del común frambuesa y de la zarza: las hojas triangulares y alargadas hacia su extremo son muy dentadas, en verde intenso marginado de púrpura, antes de tomar una coloración naranja y amarilla en otoño. Las ramas desnudas, marrón-rojizas, ramificadas en zigzag, permanecen decorativas en invierno.

Plante el Neillia affinis en suelo arcilloso o limoso, húmedo, fresco a seco, bien drenado, fértil, neutro a ácido. Tolera algo de caliza. Los jóvenes plantones pueden sufrir un invierno riguroso si no están cubiertos por la nieve, pero brotarán desde la base en primavera. Este arbusto prosperará a media sombra o al sol, pero en una exposición no abrasadora. Cuando está feliz, el Neillia affinis se propaga rápidamente por rizomas o por enraizamiento de tallos en contacto con el suelo. Limpie las ramas secas en primavera.

El Neillia affinis encontrará su lugar en un seto libre, en macizos de arbustos, o incluso aislado. Podrá mezclarlo con rosales antiguos o ingleses que aligerarán su gracia y simplicidad. También acompañará en un escenario campestre a la zarza doble roja (Rubus spectabilis 'olympic double'), una prima con exigencias similares. Cabe destacar su resistencia a la sequía una vez establecido y la rusticidad de este arbusto que permite su cultivo en diversas situaciones.