Olivo en tallo - Olea europaea

La presencia de la Olea europaea, simplemente llamada Olivo, alrededor del Mediterráneo, se remonta a la noche de los tiempos, podríamos decir al diluvio. A la vez árbol ornamental y árbol alimenticio, es indisoluble del paisaje mediterráneo, al igual que la higuera, el madroño, el granado y la vid. Su silueta es reconocible entre todas: un tronco robusto y nudoso cuando envejece, una corona frondosa y extendida, vestida de un follaje persistente, susurrante al viento, gris-verde, con el reverso plateado. La primavera lo cubre de innumerables flores amarillo-crema, añadiendo aún más encanto. La fructificación ocurre después de diez años, en forma de aceitunas verdes y luego negras de sabor extremadamente amargo, no comestibles en su estado natural. Es muy resistente a la sequía y aprecia los suelos drenados, incluso pedregosos, pero no soporta temperaturas inferiores a -12°C y no produce aceitunas al norte del Loira: su cultivo en suelo abierto está reservado a la zona... del olivo, tan bien nombrada. Los amantes de este pequeño árbol aún pueden adoptarlo en una gran maceta en cualquier otro lugar, protegiéndolo de las fuertes heladas en invierno.

La Olea europaea o olivo común pertenece a la familia de las oleáceas, es la especie más representada dentro de esta familia que cuenta con cerca de 25, todas ellas de una longevidad excepcional. Este pequeño árbol perenne alcanza aproximadamente 9 m de altura, después de numerosos años de cultivo. Pero en su juventud, su crecimiento es rápido, y la fructificación ocurre alrededor de los 10 años. Su porte pintoresco puede adoptar numerosas siluetas fantasiosas: ramas extendidas, de un solo tronco o de varios troncos, corteza agrietada y rugosa con múltiples cicatrices dejadas por el tiempo. Su follaje, perenne, está compuesto de hojas opuestas, enteras y elípticas, coriáceas y dispersas de pelos escamosos, más o menos estrechas, de 3 a 9 cm de longitud. Cubren ramas salpicadas de escamas peltadas. Su tonalidad es una mezcla de verde y gris, con el envés de las hojas aterciopelado y plateado. La floración, muy breve, tiene lugar durante una semana a finales de la primavera. Las flores, blancas o amarillentas, están agrupadas en paniculas axilares. Los frutos, las aceitunas, son drupas carnosas con hueso duro, de 5 mm a 4 cm de longitud, verdes y luego negras en la madurez. Su corteza, gris y lisa en su juventud, se agrieta con la edad, mientras el árbol emite brotes en la base del tronco.

El Olivo común está perfectamente adaptado al clima mediterráneo, pero su área de distribución se extiende hacia el norte en función de la pluviosidad estival que parece ser, más que el frío, un factor determinante. Este árbol resiste al frío moderado del orden de -10 a -12°C, en suelo drenado y una vez bien establecido, pero necesita sequedad en verano para que su madera adquiera buen sabor. En las regiones del sur de Francia, se usará de forma aislada, con el pie adornado con hemerocallis, lirios africanos o iris, santolinas, ciclamenes de Nápoles, muscari, lonicera nitida, o cubierto con un rosal trepador 'Senateur Lafolette'. También se puede plantar en un seto cortavientos junto a laureles de indias, laurel, encinas, madroños y mirto. En el huerto, acompañará a almendros, membrilleros, manzanos en flor o de fruto y otros ciruelos. Más al norte, se cultivará preferiblemente en compañía de laureles rosas, en grandes macetas, que se pueden proteger en invierno.

Un árbol muy antiguo: el Olivo llamado "El Rey de los Reyes" en Roquebrune-Cap-Martin, en los Alpes Marítimos, tiene una cepa de 20 m de circunferencia, que abarca las rocas circundantes; se estima que tiene entre 1000 y 2000 años.