Palito dulce - Hovenia dulcis

El Palito dulce es un hermoso árbol ornamental con una fructificación inusual en parte comestible que le ha valido otros nombres como Raisinier de Chine o Arbre aux raisins secs. De hecho, son los pecíolos carnosos los que llevan sus frutos que se consumen, especialmente en Japón y China. Su sabor, dulce y azucarado, recuerda al de la pera, higos o uvas de Corinto según los paladares. También es muy ornamental por su aspecto discretamente exótico: tiene grandes hojas con un acabado brillante, bellamente coloreadas en otoño, y revela en invierno una corteza gris largamente agrietada, en ejemplares mayores. Si sus pecíolos son una golosina para los humanos, sus panículas de flores blanco-amarillentas literalmente enloquecen a las abejas en verano. Su cultivo es fácil en nuestros climas templados, no demasiado secos y en cualquier tipo de suelo neutro a ligeramente calcáreo, correctamente drenado. ¡Un árbol por descubrir!

El género Hovenia cuenta con solo 2 especies de árboles caducos asiáticos, pero solo el Hovenia dulcis es cultivado. Perteneciente a la familia de las Rhamnáceas, es originario de Japón, del este de China y Corea, y se extiende en el Himalaya hasta los 2000m de altitud. Este árbol de tronco único desarrolla una corona redondeada sostenida por una bifurcación bastante alta. Alcanzará los 8 a 10m de altura por 4 a 5m de envergadura en nuestros climas. Su crecimiento es moderadamente rápido, del orden de 20 a 30cm por año según las condiciones de cultivo. Tiene un follaje caduco, compuesto por grandes hojas ovales a cordiformes, bastante blandas, de 10-15cm de largo, fuertemente nervadas. Están dispuestas alternativamente en las ramas ligeramente colgantes y su color es un verde gris satinado, tornándose dorado en octubre. La floración ocurre en julio-agosto. En los extremos de las ramas aparecen inflorescencias de 4 a 6 cm de diámetro, compuestas por pequeñas flores blancas, extremadamente melíferas. Tras la polinización, los frutos se forman mientras los pedúnculos que los llevan comienzan a hincharse. Entonces adquieren un aspecto carnoso y nudoso característico y un color marrón translúcido. En sus extremos se desarrollan pequeños frutos redondos y marrones, no comestibles. Los frutos del Raisinier de Chine maduran en septiembre-octubre, cuando los pedúnculos miden cerca de 20cm. Su sabor dulce evoca tanto a las uvas pasas, peras, higos secos o jujubes. Los pedúnculos se consumen una vez caídos al suelo (crudos, cocidos en compota o mermelada o incluso secos). Los ejemplares de 10 años o más muestran una corteza gris largamente agrietada que acentúa aún más el encanto de este árbol decididamente inusual.

El Palito dulce es hermoso plantado en un bosquecillo detrás de los macizos, o aislado, en un jardín de estilo salvaje, un jardín de curiosos o incluso en grandes escenas de estilo japonés. Es lo suficientemente exótico para llamar la atención, pero también sabe integrarse en un paisaje más clásico y su buena adaptación a nuestros climas templados permite adoptarlo en muchas de nuestras regiones. Es a la vez muy rústico (hasta -20°C) y poco exigente en cuanto al tipo de suelo. Sin embargo, requiere sol y cierto calor para florecer y fructificar abundantemente.