Tetradium daniellii - Árbol de las abejas

Tetradium daniellii, antes conocido como euodia danielli, más conocido como el Árbol del Miel es un árbol chino y coreano extremadamente melífero, muy visitado por las abejas. Ofrece una hermosa floración blanco crema muy perfumada a partir de finales de primavera. En regiones templadas, continuará hasta finales del verano. En otoño, le siguen racimos de pequeñas cápsulas rojas con pico. Su follaje es recortado, de color verde oscuro y brillante, con el envés aterciopelado. Este árbol caducifolio se desarrolla bien en cualquier suelo ordinario bien drenado y tolera bastante bien la sequía una vez establecido.

El Árbol del Miel pertenece a la familia de las rutáceas. Es originario de los bosques de frondosas templados del sudeste asiático (China, Corea), en altitudes. Este árbol alcanza como mínimo los 10 m de altura y forma una corona de ramas ampliamente extendidas, apuntando hacia el cielo. Alcanza un diámetro de 5 a 6 m en su madurez. Su crecimiento es bastante rápido. Las ramas jóvenes tomentosas llevan hojas caducas largas, que pueden llegar a medir 30 a 40 cm de longitud, compuestas por 5 a 11 folíolos ovales con punta afilada de color verde oscuro. El haz de las hojas es brillante, el envés aterciopelado y glauco, los folíolos sembrados de pequeños puntos translúcidos, desprendiendo al estrujar un aroma ligero. El follaje adquiere un tono amarillo en otoño. A finales de primavera y hasta finales del verano según el clima, florecen numerosos corimbos de pequeñas flores blanco crema o amarillo mantequilla, agradablemente perfumadas. La floración de este árbol es una de las mejores fuentes de néctar para las abejas. Al final de la floración, el racimo de flores adquiere un color rojo y le siguen pequeños frutos primero verde púrpura, luego rojo frambuesa, y finalmente gris-beige que permanecen mucho tiempo en el árbol. Las semillas contenidas en las cápsulas son oleaginosas y muy apreciadas por los pájaros.

Original, poco conocido, muy útil para la fauna del jardín, el Árbol del Miel se realzará plantado de forma aislada, no lejos de un paso para disfrutar del dulce perfume de sus flores. A la vez exótico y resistente a temperaturas inferiores a -15°C, es un activo valioso para los jardineros ávidos de novedades. Se extrae de sus semillas un aceite comestible.