Abedul del Himalaya utilis var. prattii

El Betula utilis var. prattii es un hermoso abedul poco común, originario de la vertiente china del Himalaya, cuya corteza se vuelve rojo castaño después de 2 a 4 años de cultivo. Forma un árbol de tamaño pequeño a mediano con un porte esbelto. Su ramaje poco denso proporciona una sombra ligera en verano y su follaje se vuelve amarillo dorado en otoño. Su corteza de color inusual es muy atractiva cuando se planta junto a un abedul de corteza blanca o plateada.

El abedul del Himalaya, en latín Betula utilis, pertenece a la familia de las Betuláceas. Es originario del oeste de Asia, desde Afganistán hasta el oeste de China y el noroeste de la India. El Betula utilis var. prattii es una subespecie originaria de la vertiente china del Himalaya que se distingue por su corteza de color rojo castaño que se desprende en placas. En el tronco se observan especies de cicatrices estrechas y horizontales, dispuestas de manera regular, llamadas lenticelas. Muy resistente al frío, este abedul muestra un crecimiento vigoroso y alcanza 10 a 15 m de altura en la madurez y 6 m de ancho. Es un árbol con porte ligeramente cónico, de copa abierta, un poco suelta, ligeramente extendida. Forma un tronco único que se ramifica más o menos abajo, desarrollándose a veces en árbol multicaule, es decir, con varios troncos. Su follaje es caduco, cae en otoño y renace cada primavera. Sus ramas llevan hojas de forma oval, enteras y puntiagudas, muy finamente dentadas en el borde, de 5 a 7 cm de largo y 4 a 5 cm de ancho. La lámina es de un verde bastante oscuro, brillante en el haz, más claro y mate en el envés. El follaje se vuelve amarillo dorado en otoño antes de caer. La floración, discreta, tiene lugar en marzo-abril. Las flores se reducen a espigas colgantes de color amarillo-marrón. Su sistema radicular superficial lo hace sensible a la sequía prolongada y a los vientos fuertes, que pueden desarraigarlo. Esta especie se adapta perfectamente a los jardines septentrionales y a los climas montañosos. Prefiere suelos drenados, ligeramente ácidos, pero tolera bien la presencia de caliza y suelos más húmedos.

El principal atractivo del Betula utilis var. prattii es su sublime corteza que se desprende en placas de colores en cualquier estación, especialmente espectacular en invierno cuando el árbol está sin hojas. Se instala principalmente aislado o en pequeños bosquetes, en un lugar estratégico del jardín que permitirá al jardinero contemplar su silueta desde una ventana. En un jardín contemporáneo, se puede plantar junto a abedules blancos del Himalaya o Betula pendula 'Royal Frost'. Para acompañarlo, se pueden colocar cerca de su pie astilbes, hostas y helechos si el suelo permanece bien fresco.