Abedul pubescente - Betula pubescens

El Betula pubescens, comúnmente conocido como Abedul pubescente, es una especie similar al Abedul común pero que se distingue por su tamaño más moderado, su preferencia por suelos más húmedos y el tono más opaco de su corteza. Este árbol caducifolio presenta un porte erguido, piramidal, de una elegancia ligera. Su luminoso follaje verde es sostenido por pétiolos pelusosos. En otoño, se viste de un amarillo dorado cálido. De crecimiento rápido, poco exigente en cuanto a suelo, este abedul resistente y generoso se sentirá especialmente cómodo en zonas encharcadas o húmedas del jardín.
 

Originario principalmente de Europa central y del Norte, y de Asia templada, el Betula pubescens es un árbol de la familia de las betuláceas. Extremadamente resistente al frío, capaz de prosperar tanto en suelos ácidos y encharcados como arenosos, arcillosos, calizos, posee naturalmente un porte piramidal, un tronco más o menos rectilíneo y una corona globalmente oval, semiabierta, aireada, sostenida por largas ramas erguidas casi hasta la cima, con ramas colgantes en ángulo agudo. En la naturaleza, algunos ejemplares alcanzan los 25 m de altura.

Alcanzará en promedio los 20 m de altura por 10 m de envergadura. El tronco (a veces múltiple) está cubierto en los ejemplares jóvenes de una corteza marrón y lisa. Con el tiempo, se vuelve blanca grisácea, estriada horizontalmente, y se exfolia en escamas. Las ramas colgantes son de color rojo grisáceo. El follaje, caduco, aparece temprano en primavera y es sostenido por pétiolos pelusosos. Está compuesto por hojas romboidales, de 2 a 5 cm de largo, simplemente dentadas en el borde, de color verde claro. Toman un hermoso tono amarillo antes de caer. La floración es discreta en abril-mayo, de color amarillo verdoso, en forma de gatitos colgantes. El sistema radicular de este abedul es de tipo pivotante, produciendo raíces principales laterales radiantes con una red muy densa de pequeñas raíces alimenticias en la superficie.

El Abedul pubescente es un árbol hecho para grandes espacios y la luz. Estructurado de forma magnífica, su ramaje blanco y ligeramente colgante se destaca admirablemente en un cielo invernal. En el jardín, no requiere mantenimiento alguno, es extremadamente resistente al frío y poco sensible a enfermedades. Merece un lugar destacado, aislado, en los límites de un gran jardín o en el centro de un macizo de arbustos bajos. También será muy adecuado para zonas húmedas y encharcadas del jardín. Para cubrir el pie de este árbol que seca el suelo de primavera a verano, es recomendable elegir plantas adaptadas a estas condiciones: brezos, pequeñas gramíneas como el Stipa pennata, Carex, Ophiopogon. También se puede plantar frente a un grupo de árboles elegidos por su follaje o corteza decorativa como el Acer griseum o el Betula albosinensis. Arces, un Nysa sylvatica, un árbol de caramelo, un caoba de China o incluso un sauce blanco formarán un magnífico telón de fondo para este hermoso árbol.