Abulilon megapotamicum - Linterna china

El Abutilon megapotamicum es un arbusto vigoroso, amante del calor pero relativamente fácil de cultivar en terreno abierto en climas suaves, o en macetas en climas más frescos. Formando una masa de finas ramas arqueadas, más o menos colgantes o trepadoras si se palía, produce incansablemente curiosas flores bicolores amarillas y rojas que cuelgan al final de un largo pedúnculo en la axila de cada hoja. Persistente a semipersistente según el clima, resistente hasta -10°C en una ubicación protegida, este arbusto generoso, originario de las zonas tropicales y subtropicales de Sudamérica,  encarna a la perfección el exotismo y la alegría de sus lugares de origen. 

El Abutilon megapotamicum, también conocido como Abutilon del gran río o abutilon trepador, es un arbusto originario del sur de Brasil y Uruguay que se presenta en dos formas: como un arbusto extendido cuyas ramas se enraízan naturalmente, formando a la larga un gran cubresuelos, o como un gran arbusto vigoroso compuesto por ramas delgadas y arqueadas, alcanzando 2 m en todas direcciones, e incluso más, con un crecimiento bastante lento. Perteneciente a la familia de las malváceas, este pariente de las lavateras y los hibiscos es también una planta  muy florífera y poco exigente en cuanto al tipo de suelo. La floración ocurre desde junio hasta las heladas, en abundancia. Las flores se abren en la axila de las hojas, suspendidas en un largo pedúnculo. Están compuestas por 5 sépalos rojo vivo soldados en campana, dejando ver  progresivamente 5 pétalos amarillo vivo, seguidos de largos estambres prominentes de color púrpura violáceo. El follaje, persistente a semipersistente (destruido alrededor de -5°C), está compuesto por hojas alternas, oblongas a ovoides, con base cordiforme, de color verde claro y vivo.

Más resistente de lo que parece, el Abutilon megapotamicum es capaz de rebrotar desde la cepa después de haber soportado breves heladas del orden de -10°C, si se instala en una ubicación muy protegida, contra una pared al sur, por ejemplo. Por lo tanto, se puede plantar en terreno abierto,  en estas condiciones, hasta en el centro de París, así como a lo largo de la fachada oceánica de nuestro país y en la región mediterránea en toda la zona del olivo. En otros lugares, se cultiva sin dificultad en una maceta grande que se expondrá en la terraza de abril a octubre, para poder protegerlo de los fríos intensos en invierno. Se combina bien con Solanum rantonetti o jasminoides, Sollya heterophylla, Bignonia capreolata, la Dama de noche, otras trepadoras generosas con encanto exótico pero relativamente resistentes.