Acebo japonés Kinme - Ilex crenata

El Ilex crenata  'Kinme' es una variedad de acebo japonés de porte extendido y denso, ideal para la podas en nubes. Es un arbusto de mediano a gran desarrollo, que tolera bien las podas regulares que le otorgan una silueta aún más compacta y hermosa. Posee pequeñas hojas perennes de un verde oscuro brillante. Resistente a enfermedades y plagas, es una excelente alternativa al boj. Esta variedad de acebo japonés se utiliza principalmente en arte topiario.

El acebo japonés es un arbusto originario de Japón, perteneciente a la familia de las Aquifoliáceas. Se trata de un arbusto de sotobosque que tiene los mismos requisitos que el acebo común. Es un arbusto vigoroso que soporta hasta -15ºC pero no tolera climas calurosos y secos. Las variedades con follaje claro o dorado prosperan en una exposición más luminosa, mientras que los follajes oscuros prefieren la luz tamizada. Todos los acebos son plantas dioicas, es decir, existen individuos con flores masculinas y femeninas. Solo estos últimos producen frutos. El acebo japonés ‘Kinme’ florece de septiembre a octubre con pequeñas flores blancas bastante discretas. Con un porte extendido y denso, será más ancho que alto, alcanzando una altura máxima de 1,6 m con un ancho de 2,5 m.

De crecimiento moderado, maleable según los caprichos de cada uno, el acebo japonés ‘Kinme’ satisfará a los jardineros aficionados a setos bien cuidados y esculturas vegetales. Principalmente teme la caliza, que hace amarillear su hermoso follaje, y prefiere suelos drenantes y bastante fértiles. Rústico hasta -15°C, se sentirá a gusto en todas las exposiciones, aunque prefiere los lugares semisombreados a sombreados. El cultivar ‘Kinme’, con su forma amplia y compacta, se presta bien para la plantación en macetas, podado como bonsái o en nubes, frente a una entrada o para enmarcar una terraza. El acebo japonés es un arbusto típico de los jardines tradicionales japoneses, plantado junto a las azaleas japonesas, los arces japoneses y los camelias.

Los acebos son tanto plantas adoradas como vegetales desconocidos. El género cuenta con cerca de 800 especies caducifolias o perennes, generalmente originarias del hemisferio norte templado. Estas plantas, muy antiguas, han experimentado la alternancia de períodos glaciares y períodos secos y cálidos de nuestra historia climática, lo que las convierte en vegetales extremadamente adaptables y resistentes. Su madera, blanca a crema, es muy pobre en agua, incluso cuando está verde. Es densa y pesada, pero suave y fácil de trabajar en ebanistería. También es un excelente combustible para la calefacción, utilizable incluso en verde. Por último, su follaje y sus bayas (no comestibles) son ricos en cafeína. Se prepara un té con sus hojas en la Selva Negra.