Populus nigra Italica - Álamo negro

El Álamo italiano, en latín Populus nigra 'Italica', es el árbol de alineación emblemático de ríos, canales, orillas y caminos en gran parte de nuestro territorio. Se reconoce inmediatamente este gran árbol que nunca se aleja mucho del agua por su silueta oscura muy esbelta y su porte casi columnar. Con una elegancia sobria, se adorna con un follaje susurrante, de un verde oscuro brillante, que adquiere un hermoso tono dorado en otoño. De crecimiento rápido y con una buena longevidad, este robusto álamo de carácter complaciente se adapta a todos los suelos que permanecen frescos. Es magnífico como gran cortavientos en el límite del campo, siendo perfecto en las proximidades de puntos de agua

La Populus nigra var. italica pertenece a la familia de las salicáceas. A menudo se considera una subespecie del álamo negro, introducido en Italia en el siglo XVIII, procedente de Afganistán e Irán. Ligado a suelos frescos a húmedos, este álamo desarrolla un sistema radicular muy extendido y tendente a retoñar por la raíz. Por esta razón, se debe plantar lejos de construcciones (al menos a 30 m). El álamo italiano puede alcanzar los 30 m de altura por 5 m de ancho, con un crecimiento rápido. Este árbol, muy resistente al frío, puede vivir hasta 150 años.

Desarrolla un tronco vertical que se eleva hasta la cima de la copa, sin grandes ramas secundarias, pero con múltiples ramas delgadas casi verticales, pegadas al tronco. Forman una corona densa en forma de llama. Con el tiempo, en ejemplares viejos, el tronco se vacía desde el interior, y su corteza de color grisáceo a negro se vuelve rugosa y más estriada. La corteza joven es lisa, delgada, de color grisáceo. A principios de primavera aparecen sus hojas triangulares a romboidales, coriáceas, dentadas en el borde, con un pecíolo aplanado, de un verde oscuro y brillante en el haz, tornando amarillo en octubre antes de caer. El álamo Italica es una planta dioica, es decir, existen individuos masculinos y femeninos. La floración tiene lugar en marzo-abril. Las inflorescencias son espigas colgantes: las espigas masculinas, sin pedúnculos, son de color rojo violáceo, las espigas femeninas suspendidas en un pedúnculo están teñidas de verde amarillento. Después de la polinización por el viento, los árboles femeninos producen frutos agrupados en racimos, cuyas semillas algodonosas serán dispersadas por el viento.

El Álamo italiano es para grandes jardines o para el paisajismo de parques y jardines de gran extensión. Será perfecto, por ejemplo, a lo largo de ríos o cerca de estanques y grandes charcas naturales. Se puede asociar al Aliso común, al sauce y al fresno que también aprecian la proximidad del agua. Este árbol, plantado en hilera, también puede servir como grandes pantallas cortavientos.