Acer rubrum - Arce de Canadá

Originario del Noreste de los Estados Unidos y Canadá, el Acer rubrum recibe en diferentes regiones los nombres de Arce de Canadá, Arce rojo o Arce de Virginia. Se trata de un gran árbol forestal de la familia de las aceráceas que puede alcanzar 30 m de altura en su hábitat original. Esta especie de luz y media sombra puede vivir 200 años. Su madera se utiliza comúnmente en la fabricación de muebles.

El Acer rubrum presenta una forma cónica con la corona redondeada y densa. El follaje, caduco, está compuesto por grandes hojas palmeadas, recortadas en 3 a 5 lóbulos puntiagudos, dentados, de aproximadamente 10 cm de longitud. Están sostenidas por pecíolos rojos. Al brotar, las hojas verdes se tiñen de rojo. Se vuelven verde brillante en verano, para luego en otoño, encenderse en un rojo escarlata vivo que se nota a lo lejos. La floración ocurre en marzo, antes de la aparición de las hojas. Las pequeñas flores rojas, muy melíferas y fragantes, están organizadas en racimos terminales colgantes. La fructificación, en forma de frutos rojizos con dos alas llamados sámaras, es abundante. Solo aparece en ejemplares de al menos 20 años y es muy apreciada por las ardillas. La corteza de las ramas es gris a rojo oscuro. Con el tiempo, se vuelve gris oscuro y se desprende en placas anchas.

El Acer rubrum es un árbol vigoroso, perfectamente resistente a las fuertes heladas. Se desarrollará bien en un suelo profundo y fresco, preferiblemente algo ácido y arcilloso, donde sus colores otoñales serán mucho más intensos. Un ejemplar bien establecido soportará suelos pobres y pedregosos, pero se deben evitar los suelos calcáreos. Plantado de forma aislada en un parque o un jardín de tamaño mediano a grande, será majestuoso. Es un excelente árbol de sombra, gracias a su follaje denso. También se puede integrar en un seto libre.

Atención: aunque apetitosas, las hojas del Arce rojo son muy tóxicas para los caballos.