Arce japonés Beni Maiko

El Acer palmatum Beni Maiko es considerado uno de los arces japoneses con los tonos más brillantes. Es una variedad apreciada por la belleza de su follaje con colores espectaculares que cambian a lo largo de las estaciones y su tamaño compacto que lo hace adecuado incluso para los jardines más pequeños y para el cultivo en maceta. Este pequeño arbusto caducifolio muestra una silueta grácil y un follaje denso que brota en rojo brillante en primavera, luego se torna rosado rojizo con tintes de verde claro y amarillo, naranja y rojo intenso en otoño. Es un tema cautivador que transformará los rincones menos luminosos del jardín o la terraza siempre que disfrute de un suelo drenado, preferiblemente fresco y ácido.

El Acer palmatum es originario del este de China, Corea y Japón. Como todos los arces, pertenece a la familia de las aceráceas. El cultivar 'Beni Maiko', que significa "chica bailarina con cabello rojo", se distingue por su follaje brillante que cambia de color desde la primavera hasta el otoño. Es un pequeño árbol rústico de crecimiento lento, con madera marrón, que desarrolla un tronco delgado y único que sostiene una corona extendida y baja, sostenida por ramas flexibles. Después de 20 años, alcanzará una altura de 2 a 3 m con una envergadura de aproximadamente 2 m, dependiendo de las condiciones de cultivo. Su follaje, caduco, está compuesto por hojas palmadas profundamente divididas en 5 a 7 lóbulos lanceolados, muy finamente cincelados y fuertemente dentados en el borde. Las flores blancas agrupadas en pequeños racimos en abril son insignificantes, pero los frutos con alas curvadas, rojos, de 3 cm de largo, son interesantes a partir de septiembre. Antes de caer en otoño, el follaje adquiere hermosos tonos rojos, amarillos y anaranjados.

El Acer palmatum Beni Maiko será realzado si se planta de forma aislada en un césped sombreado, o en macizos de tierra de brezo junto con azaleas, pieris, rododendros, hortensias y brezos. También puede formar un magnífico bonsái para cultivar en forma plana. A pesar de su apariencia frágil, este pequeño árbol es resistente, como lo demuestran algunos ejemplares cultivados en grandes macetas sin muchos cuidados durante muchos años. Solo requiere un suelo ligero y drenado, no demasiado pobre, preferiblemente ácido a neutro, y algunos riegos espaciados en tiempo seco. Las enfermedades como el Verticillium (causado por un hongo) se desarrollan más a menudo en sustratos constantemente húmedos que ocasionalmente secos. Cabe destacar que esta variedad se comporta bien en climas cálidos si el árbol se coloca lejos del sol abrasador y resguardado del viento.