Arce japonés Katsura- Acer palmatum

El Acer palmatum Katsura es una variedad de Arce japonés que destaca en primavera, con su follaje amarillo marginado de naranja, se desvanece un poco en verano bajo un manto verde claro, y vuelve a emerger en otoño, adornado con tonos amarillos y naranjas realzados con rojo brillante. El arbusto alcanzará aproximadamente 2,50 m de altura en 10 años. Con su porte denso y algo erguido, su follaje ligero y sus colores cambiantes, es perfecto para animar los pequeños jardines de la primavera al otoño. Los amantes del bonsái lo aprecian mucho, al igual que los felices poseedores de una terraza o balcón semisombreado.

Originario del este de China, Corea y Japón, el Acer palmatum es el origen de una multitud de variedades hortícolas que compiten en belleza. El arce palmado japonés pertenece, como todos los arces, a la familia de las aceráceas. Es relativamente rústico, pero solo acepta suelos sin caliza.

El cultivar 'Katsura', de crecimiento bastante rápido en buenas condiciones de cultivo, muestra un porte tupido y aireado, y alcanza en la madurez 5 m de altura por 2,50 m de envergadura. Este pequeño árbol desarrolla hojas caducas, en forma de palmas muy recortadas. En esta variedad, el follaje no deja de cambiar de color. Nace amarillo marginado de naranja en primavera, las hojas adultas se vuelven verdes en verano mientras nacen otras jóvenes ramas rosadas. En octubre, todas las hojas están jaspeadas de amarillo y naranja y marginadas de rojo. Las hojas son opuestas, recortadas en 5 lóbulos muy alargados y puntiagudos, ligeramente dentados en el borde. La floración, discreta, ocurre en mayo-junio. Las flores agrupadas en pequeños ramos a veces producen algunos frutos con alas curvadas, llamados sámaras, de 3 cm de largo.

El Acer palmatum Katsura crece en un suelo ligeramente ácido, fresco, fértil, flexible y bien drenado, en una situación soleada o semisombreada y protegida de vientos fríos y secos y lluvias violentas. Compacto pero de una elegancia real, este pequeño árbol se adapta muy bien a los pequeños jardines, a la ornamentación de terrazas y patios. Los azaleas, pieris, rododendros, camelias de campo y brezos serán sus compañeros más bellos. Puede formar un magnífico bonsái para cultivar en forma plana. Combina varias variedades de arces japoneses para variar los colores y estructuras del follaje, el efecto es siempre deslumbrante al final de la temporada. Los follajes coloridos de los arces japoneses se realzan con follajes jaspeados, púrpuras o dorados. Elige, por ejemplo, un cornejo blanco jaspeado, un serbal como el Philadelphus coronarius Variegatus , un Physocarpus Midnight o incluso un falso acacia Sunburst, dorado.

Consejo: Trata con mezcla bordelesa para evitar los ataques de Verticillium.