Calluna vulgaris Garden Girls Bettina - Brecina

La Calluna vulgaris Garden Girls® 'Bettina' es una Brecina de verano con foliación persistente gris verdosa, adornada durante todo el otoño con flores en botones blancos, a lo largo de los tallos frondosos. Las variedades de la serie 'Garden Girls' mantienen sus botones florales cerrados, no son polinizados. Esto garantiza una floración duradera e insensible a las inclemencias del tiempo y al frío. Instala esta calluna muy luminosa en una rocalla, en el borde de un macizo o en una bonita maceta en la terraza, en suelo o sustrato ácido y bien drenado.

La Calluna vulgaris Garden Girls® 'Bettina' pertenece a la familia de las ericáceas. Su antepasado, el brezo común, única especie del género Calluna, constituye en su entorno natural la vegetación dominante de los brezales pobres, en las regiones frías del Reino Unido y del norte de Europa. 'Bettina' es un arbusto persistente que forma pequeños arbustos crespos, con porte ancho y erguido, de aproximadamente 60 cm de altura por 50 cm de ancho después de 5 años de cultivo. Decorativo durante todo el año gracias a su foliación persistente, este cultivar florece desde principios de septiembre hasta diciembre. Sus botones florales de color blanco están dispuestos en espigas erguidas y flexibles.

La Brecina de verano Garden Girls 'Bettina' es una planta ligera y refinada, que se instala en cualquier tipo de suelo ácido, fresco a seco, al sol o a media sombra. Aporta elegancia a las zonas salvajes del jardín, así como a los jardines de fin de semana o sin mantenimiento. Espléndida plantada en masa con otras especies y variedades, también se combina maravillosamente con los ásteres enanos de otoño y las pequeñas gramíneas, en una rocalla, en un talud o en un borde sin complicaciones. En un macizo de tierra de brezo, se instala al pie de los avellanos mágicos, de las Andrómedas o de las Skimmias japonicas. En la terraza o el balcón, llena macetas y jardineras, para composiciones florales otoñales de pequeñas vivaces y bulbos.

La Calluna vulgaris soporta un pastoreo moderado. Representa una importante fuente de alimento para ovejas y ciervos cuando la nieve cubre la vegetación. Es capaz de regenerarse después del paso del fuego. Antiguamente, esta planta se consideraba mágica, formando parte de rituales de magia blanca; se le atribuían poderes protectores, como en los brezales bretones, donde se dice que aleja a los espíritus de los fantasmas. La Calluna también es un ingrediente del gruit, una composición aromática utilizada en la elaboración de cerveza antes de la introducción del lúpulo en la Edad Media. Sus sumidades florales han sido utilizadas desde hace mucho tiempo en fitoterapia, ya que tienen la reputación de "disolver piedras en la vejiga".