Callicarpa bodinieri var. giraldii Profusion

El Callicarpa bodinieri 'Profusion' es una variedad antigua, y probablemente el callicarpe más plantado en jardines. Seduce por la abundancia y el color violeta muy vivo de sus frutos, similares a pequeñas perlas brillantes. Esta fructificación sorprendente revela este arbusto caduco en otoño e invierno, metamorfoseando la planta, en general bastante discreta durante la hermosa temporada. Muestra en primavera numerosos brotes jóvenes purpúreos también muy decorativos, y su follaje otoñal, naranja a púrpura, es igualmente muy ornamental. Muy resistente una vez bien establecido, prefiriendo exposiciones soleadas, este arbusto es un valor seguro que se adapta a cualquier suelo ordinario, no demasiado seco en verano.

El Callicarpa de Bodinier es un arbusto tradicionalmente clasificado en la familia de las Verbenáceas, hoy transferido a la de las lamiáceas, donde se encuentran las salvias y las mentas. Esta planta es originaria del centro de China y de Vietnam. El Callicarpa Profusion, más fructífero que la especie tipo, conquistó Europa hacia 1900. Este arbusto merecedor recibió el "Award of Garden Merit" de la sociedad real de horticultura de Inglaterra y el mérito de Courson en 1992. Pequeño arbusto de porte erguido y tupido, no supera los 2 m de altura y 1.50 m en edad adulta, produce abundantemente, en junio-julio, en las ramas del año, discretas flores de color rosa violáceo con estambres amarillos. Esta floración es seguida a principios de octubre por la formación de numerosas bayas de 3,5 a 4 mm de diámetro, de un violeta intenso, agrupadas en pequeños paquetes a lo largo de los tallos. A menudo persisten hasta el corazón del invierno. El follaje está compuesto por hojas enteras, ovales-elípticas, verde oscuro en el haz, más claras y suaves en el envés. Adquieren hermosos tonos otoñales, amarillo a malva violáceo, pasando por el naranja y el rojo apagado.

Instale el Callicarpa Bodinieri Profusion bien a la vista, no muy lejos de la casa, para disfrutar de sus bonitas bayas violetas, que resplandecen en otoño y alegran los días sombríos del comienzo del invierno. Es recomendable plantar los callicarpa en grupos de tres para mejorar la polinización y, por lo tanto, la formación de frutos. Este arbusto muy resistente y adaptable, que requiere muy poco mantenimiento, se realzará con un tapiz de Stachys bysantina o de carraspique, por ejemplo. Su follaje otoñal combinará bien con el de la Lysimachia clethroides o con el de Hostas dorados ('Daybreak', 'On Stage'). Un fondo compuesto por Pseudocydonia sinensis, Cotinus, Parrotia persica o evónimos caducifolios con follajes otoñales suntuosos, constituye el marco ideal para las perlas violetas de este arbusto diferente a los demás. En un ramo, se pueden combinar sus ramas perladas con los racimos de terciopelo carmesí de los Zumaques, con las espigas de la cebada de crin, los largos penachos de los amarantos, con algunas ramas de vid roja de tintoreros y de gauras blancas...