Escobillón rojo Splendens - Callistemon citrinus

El Callistemon citrinus Splendens se asemeja mucho al Callistemon (x) laevis, y forma parte, al igual que este último, de las variedades más plantadas en nuestros jardines que experimentan inviernos suaves. Con una bonita talle tupida y compacta, ligeramente llorona con la edad, es apreciado por su deslumbrante floración en espigas de un rojo casi fluorescente sobre un follaje verde claro, que sucede a sus brotes jóvenes teñidos de rojo, durante un largo período estival. Su follaje persistente particularmente resistente desprende al ser arrugado un aroma que curiosamente recuerda al del Eucalipto limón, su pariente de la familia de las mirtáceas. Su tamaño modesto para el género, su bonita talle, su atractivo follaje durante todo el año y su larga floración lo convierten en una excelente planta de terraza, en cualquier región. Brilla en el centro de un macizo exótico en clima suave.

El Callistemon citrinus es un arbusto persistente de la familia de las mirtáceas, pariente de los mirtos y los Leptospermum, originario como ellos de Australia. Los Callistemon son en su mayoría plantas de ribera que aprecian los suelos frescos bien drenados, sin excesos de caliza, e incluso puntualmente secos, pero también los riegos copiosos y puntuales que sostienen su floración.  Su nombre de especie, citrinus, se refiere al olor particular de su follaje.

El cultivar 'Splendens', del que procede, muestra una talle más compacta que no supera los 2,50 m de altura por 2 m de envergadura. Se trata de un arbusto de clima suave, de madera quebradiza, que forma un arbusto redondeado con una talle un poco abierta, compuesto de ramas flexibles. Su crecimiento es bastante rápido. Su follaje, lineal y estrecho, está dividido en folíolos de 5 cm de largo y 1 cm de ancho. Están teñidos de rojo salmón al brotar, se vuelven verde claro y luego verde intenso. Las jóvenes hojas producidas a finales del verano conservan su tono rojo anaranjado durante todo el invierno. Sus inflorescencias aparecen en el extremo de las ramas, justo encima de las hojas jóvenes. Están compuestas por estambres muy largos de un rojo muy vivo, que adquieren un tono más magenta con el paso de los días y se agrupan en espigas cilíndricas. Estas inflorescencias son anchas de 5 cm por aproximadamente 10 cm de longitud, y cuelgan ligeramente. La yema terminal desarrolla varias veces nuevas hojas, luego nuevas espigas, mientras que la antigua inflorescencia produce pequeños frutos muy duros en forma de cúpula, incrustados en la corteza. La floración puede renovarse de junio a agosto-septiembre en suelos frescos y en clima cálido, especialmente a finales de verano. También es una planta melífera y nectarífera que atrae a numerosos insectos polinizadores al jardín.

Rústico hasta aproximadamente -7°C/-8°C, el Callistemon Splendens resiste bastante bien a la sequía estival una vez bien establecido, pero aprecia los aportes de agua en climas secos. En un invernadero o una veranda, formará con una naranja, un Tibouchina o un mimosa un cuarteto extremadamente decorativo, evocando paisajes con encanto y aromas exóticos. En la costa mediterránea o en climas atlánticos medios a cálidos, se utilizará aislado - se lo merece -  en el centro de un macizo, o bien en un seto libre, asociado a Grevillea, Phormium, Caesalpinia gillesii, Leptospermum, Melaleuca. También se puede plantar en un seto perenne, acompañado de un ceanothus arbustivo ('Italian Skies', 'Concha', 'Puget Blue', 'Skylark'...), de una retama de floración primaveral, de laureles rosas (Nerium oleander 'Soleil Levant' o 'Provence'). Su buena tolerancia a la sal permite una exposición costera, frente al viento y a las rociadas.