Camellia hiemalis Bonanza

El Camellia (x) hiemalis 'Bonanza', también conocido como camelia de otoño, es un pequeño arbusto persistente de porte redondeado y frondoso, decorativo por su follaje verde oscuro muy denso, pero sobre todo por su larga floración que se extiende de octubre a enero. Despliega incansablemente sobre su brillante follaje pequeñas flores dobles de peonías, con pétalos irregulares, de un intenso rojo rosado y particularmente alegre durante los días tristes del invierno. El corazón de la corola, muy rizado, revela tímidamente algunas estambres dorados. Esta variedad de tamaño modesto se cultiva tanto en una bonita maceta en la terraza como en el jardín, colocada en el centro de un macizo o en un seto florido. Bastante resistente (hasta -12°C), esta camelia aprecia las situaciones soleadas o semisombreadas, y un suelo sin caliza, que se mantiene fresco en verano.

La camelia de otoño 'Bonanza' es un arbusto híbrido de la familia de las teáceas, clasificado en la categoría de 'hiemalis'. Este grupo reúne varias variedades probablemente resultado del cruce espontáneo entre el Camellia sasanqua y el Camellia Japonica. La variedad 'Bonanza' forma un arbusto de porte tupido con ramas largas, de crecimiento bastante lento, alcanzando a los 10 años 1 m de altura y 90 cm de envergadura. Su tamaño adulto podría alcanzar de 1.5 m a 2 m. Su floración otoñal e invernal se extiende hasta el mes de enero. Al principio aparecen botones bastante redondos, de color rojo vivo. Luego vienen las flores de 6 a 7 cm de diámetro, dobles, con pétalos ondulados e irregulares. Un corazón de estambres amarillo oro se revela parcial y tardíamente. Las flores son poco duraderas, viven solo 2 o 3 días, pero se renuevan continuamente en la planta, dejando en el suelo un tapiz de pétalos como lo hacen los cerezos del Japón. El follaje, denso y persistente, está compuesto de hermosas hojas verde oscuro, muy brillantes, elípticas, midiendo de 6 a 9 cm de largo por 3 a 4 de ancho.

El Camellia x hiemalis 'Bonanza', al igual que su pariente japonés, tolera mejor el sol y las situaciones ventosas que otras camelias. Se comporta mejor en climas suaves que en regiones frías, donde a veces su resistencia es cuestionada y su floración destruida. Donde el invierno no es demasiado riguroso, se instalará en el jardín aislado, o asociado con otras plantas de tierra de brezo (Rododendro, azaleas, Hortensias, Hamamelis) en un seto florido. Esta camelia merece un lugar destacado, en la entrada del jardín o en una esquina del camino. También se puede adornar su base con bulbos de otoño, como los cólquicos o los ciclámenes de Nápoles. En regiones frías, se instalará en el balcón o la terraza, para retirarlo al invernadero frío durante su período de floración. Se puede, en caso de necesidad, siempre y cuando se rocíe regularmente su follaje y se riegue con agua no calcárea, protegerlo del frío en un apartamento.