Camellia lutchuensis Koto No Kaori

El Camellia híbrido Koto No Kaori es una variedad de camelia campestre que combina vigor, elegancia y perfume. Este arbusto persistente se adorna con flores simples, de un bonito rosa intenso, ligeramente perfumadas, durante buena parte del invierno, en una época del año en la que las floraciones son escasas. Con un porte erguido y tupido, esta variedad se planta de forma aislada, en un seto florido o en un macizo arbustivo. La camelia florece en climas frescos y húmedos, a media sombra o al sol, en suelos no calcáreos y bien drenados.

El Camellia Koto No Kaori es una variedad hortícola japonesa de 1990 resultado de un cruce entre el Camellia japonica 'Tôkai' y el Camellia lutchuensis, una especie botánica de follaje persistente y particularmente perfumada, originaria del sur de Japón. Como todas las camelias, pertenece a la familia de las teáceas. 'Koto No Kaori' presenta un porte generalmente erguido, mucho más alto que ancho y una vegetación densa. Su crecimiento es bastante lento: a los 10 años, alcanzará aproximadamente 1,80 m de altura por 80 cm de envergadura. Florece desde enero en climas suaves, con el apogeo de la floración en febrero-marzo. La planta produce una gran cantidad de pequeñas flores simples, de unos 4-5 cm de diámetro. Las corolas están compuestas por 6-7 pétalos de un rosa vivo, dispuestos alrededor de un hermoso ramillete de estambres amarillos. Sus hojas de un verde oscuro, persistentes en invierno, son ligeramente brillantes en el haz. Rústica hasta - 12 °C en punta, esta variedad se cultiva a media sombra o a pleno sol, resguardada de los vientos fríos. Le gustan los suelos ácidos, ricos en humus, frescos y ligeros.

Plante el Camellia 'Koto No Kaori' en un seto de estilo campestre, o en un macizo de tierra de brezo junto a azaleas, Skimmia, Membrillero de flor y brezos. Plántelo en otoño con algunos bulbos de primavera : tulipanes y narcisos para una magnífica escena llena de color. Su tamaño compacto también le permite ser cultivado en maceta durante muchos años. Instálelo en una terraza semi-sombreada, en una maceta grande, a lo largo de una pared, protegido de los vientos fríos y secos.

El nombre de Camellia fue atribuido a la planta en 1735 por el naturalista sueco Carl Von Linné, en homenaje a Georg Josef Kamel (latinizado como « Camellus »), boticario al servicio de los Jesuitas en Filipinas a finales del siglo XVII. Habría que esperar hasta 1792 para que la Camellia llegara a Europa.