Camellia japonica Montironi

Camellia japonica 'Montironi' ya adornaba en la antigua época el ojal de los elegantes y fue elegido como emblema por Coco Chanel. Su flor es grande, doble, muy bellamente formada, de un blanco de porcelana donde a veces se pierden algunas marcas rosadas. Esta antigua variedad italiana, de un clasicismo atemporal, es también un arbusto vigoroso y rústico, dotado de un hermoso porte altivo y de un follaje que no carece de elegancia a lo largo de todo el año. Su floración tiene lugar en el corazón de la temporada de los camelios japoneses. Es un valor seguro, muy hermoso en maceta en la terraza, y siempre muy apreciado en nuestros jardines de climas templados y húmedos.

El Camellia 'Montironi', introducido en Italia por Casoretti hacia 1840, pertenece a la familia de las teáceas. Es un arbusto bastante poco ramificado con un porte erguido y piramidal, que alcanzará aproximadamente 1 m 50 de altura por 1 m de envergadura a los 10 años. Al alcanzar la madurez, a los 15-20 años, podrá medir 2 m de altura por 1 m 50 de ancho, según las condiciones de cultivo. De febrero a abril, produce grandes botones florales alargados cubiertos de escamas verdosas. Se abren en flores de 10 a 11 cm de diámetro, perfectamente formadas, compuestas por numerosos pétalos anchos y redondeados, regularmente superpuestos, dispuestos en 9 a 10 filas. A veces las flores blancas presentan algunas vetas o rayas rosadas. El follaje persiste todo el año, las grandes hojas elípticas, de 9-10 cm de longitud por 4.5 cm de ancho, son coriáceas, finamente dentadas en el borde, de un verde oscuro y brillante en el haz. Si este arbusto es rústico hasta -15°C en terreno abierto, sus botones florales pueden ser destruidos por la nieve, el viento helado y temperaturas inferiores a -5°C.

El Camellia del Japón 'Montironi' aprecia los climas más bien templados y húmedos y florece en las regiones costeras, en suelo ácido, húmedo y bien drenado. En cuanto a la exposición, aceptará el sol no abrasador en un clima favorable, como en las regiones atlánticas, pero es a media sombra, e incluso a la sombra, protegido del sol ardiente y resguardado de los fuertes vientos, donde dará lo mejor de sí mismo. En el jardín, lo instalarás por ejemplo en un macizo de arbustos, en compañía de otras plantas acidófilas como los Rhododendrons, Azaleas, el Cornus Kousa o incluso el Kalmia Latifolia. 'Montironi', de una elegancia innegable, es un gran clásico que merece un lugar destacado, cerca de la entrada de la casa, o en una bonita maceta en la terraza, para guardar en invierno en un clima muy frío.