Camellia japonica Sanpei Tsubaki

Camellia 'Sanpei Tsubaki' es una variedad de camelia japonesa poco difundida en el comercio hortícola que se distingue por la precocidad de su floración invernal, su generosidad y el colorido inusual de sus flores simples. Produce, a veces desde finales de diciembre, numerosas flores de tamaño modesto, pero de un bonito rosa orquídea con vetas de un tono más oscuro, bordeadas de blanco y centradas en un hermoso ramillete de estambres dorados. Este arbusto de desarrollo moderado porta un hermoso follaje oscuro y lustroso, atractivo durante todo el año. En el jardín o en maceta, instale esta maravilla a media sombra, en un suelo ácido, ligero y que permanezca fresco. 

El Camellia 'Sanpei Tsubaki', introducido en Japón a principios de los años 1960, pertenece a la familia de las teáceas. Es un arbusto de crecimiento bastante lento, de porte tupido y erguido, de enraizamiento profundo, que alcanzará aproximadamente 1 m 20 de altura y 80 cm  de envergadura a los 10 años en buenas condiciones de cultivo. A la edad de 15-20 años, medirá alrededor de 1 m 50 de altura. De enero a abril, más o menos temprano según el clima, produce numerosas flores de 6 a 8 cm de diámetro. Están compuestas por una corola de 6 a 7 pétalos redondos y anchos, en degradado de rosa más intenso hacia la base, más claro en el borde. Cada pétalo está delicadamente delineado por un borde blanco. Los numerosos estambres, reunidos en columna, son muy visibles en el centro de la flor. Su follaje es persistente, las grandes hojas elípticas y onduladas, de 10 cm de largo por 5 cm de ancho, son finamente dentadas en el borde, son coriáceas, de un verde un poco oliváceo y brillante en el haz. Si este arbusto es rústico hasta -15°C en suelo abierto, su floración podría verse comprometida en caso de nieve, viento helado y temperaturas inferiores a -5°C.

El Camellia japonés 'Sanpei Tsubaki' aprecia los climas templados y húmedos y se desarrolla mejor en regiones costeras, en suelo ácido, húmedo y bien drenado. En cuanto a la exposición, aceptará pleno sol en un clima favorable, como en las regiones atlánticas, pero es a media sombra, protegido del sol ardiente y resguardado de los vientos fuertes donde dará lo mejor de sí mismo. En el jardín, por ejemplo, lo instalará en un macizo de arbustos, junto con otras plantas acidófilas como los Rododendros,  Azaleas, el Cornus Kousa , Aceres japoneses o el Kalmia Latifolia. Pero sería una lástima sumergir esta variedad llena de encanto en un revoltijo de follajes o flores. Merece un lugar destacado, cerca de la entrada de la casa, o en una bonita maceta en la terraza, para guardar en invierno en climas muy fríos.