Cercis chinensis Shirobana - Árbol del amor

El Árbol del amor Cercis chinensis Shirobana es una selección notable por su color blanco y la abundancia de su floración, pero también por su vigor. Este pequeño árbol, uno de los primeros en florecer a principios de la primavera, se distingue también por sus grandes hojas y su porte ancho. Las flores de Shirobana nacen de botones crema y se abren en racimos directamente sobre ramas de color oscuro, antes de la aparición de las hojas. Sus hojas en forma de corazón adquieren un hermoso tono amarillo dorado en otoño. Esta selección combina un diseño japonés con una gran robustez.

El Árbol del amor Cercis chinensis Shirobana pertenece a la familia de las fabáceas o cesalpiniáceas según las clasificaciones. La especie tipo es originaria de China y Japón. 'Shirobana' es una forma rara con flores blancas, particularmente florífera. Este pequeño árbol o arbusto, de porte abierto, con una vegetación ramificada desde la base, a veces con múltiples troncos, muestra un crecimiento bastante lento. Al final, alcanza aproximadamente 5,50 m de altura por 4,50 m de ancho. Su desarrollo depende, por supuesto, de las condiciones de cultivo, a menudo no supera los 3,50 m en todas direcciones. Las flores aparecen antes que las hojas, generalmente a finales de marzo, directamente en las ramas. Son particularmente abundantes, en forma de flor de guisante, agrupadas en racimos. Los botones florales están teñidos de verde y crema, las flores son blancas puras. Los frutos, en forma de vainas aplanadas, aparecen en verano y persisten en la planta en invierno, para deleite de los carboneros. El follaje está compuesto por hojas cordiformes, redondeadas, bastante gruesas y glabras. Miden de 8 a 12 cm de longitud. Su margen es transparente y cartilaginoso. Su color es un verde brillante en verano, luego se vuelven amarillas antes de caer en otoño. La corteza es de color oscuro, se vuelve gris en el tronco o las ramas más antiguas.

Este pariente chino del árbol de Judea es realmente poco exigente, resiste al frío intenso y crece en un suelo ordinario, incluso calcáreo y seco en verano. Se plantará aislado, o asociado en un bosquete con otros arbustos florales fáciles de cultivar como los lilas, rosales arbustivos grandes, rosas silvestres y botánicas, forsitias, manzanos y guindos ornamentales...