Cerezo de flor subhirtella Fukubana

El Prunus subhirtella Fukubana es una variedad de guinda del Japón que, aún sin hojas en marzo-abril, desaparece literalmente bajo una floración de un rosa intenso, sin duda el rosa más vivo observado en estos pequeños árboles. Otros activos de esta variedad son un bonito porte erguido y tupido y unos muy bellos colores amarillos a rojos en otoño. Rústico y poco exigente en cuanto a suelo, combina encanto, brillo y robustez. Razones de peso para adoptarlo, incluso en un jardín de tamaño modesto, de norte a sur de nuestro país.

El Prunus (x) subhirtella Fukubana, perteneciente a la gran familia de las rosáceas, es un cultivar introducido en Europa en 1927. Se acepta comúnmente hoy en día que el Prunus (x) subhirtella es un híbrido espontáneo originario de Asia oriental. 'Fukubana' se distingue por su abundante floración primaveral de un rosa notablemente vivo. Es un árbol caducifolio de desarrollo moderado y crecimiento moderadamente rápido, alcanzando una altura media de 3 a 4 m con una envergadura de 2 a 3 m. Desarrolla uno o varios troncos muy cortos y una corona erguida y oval, bien ramificada. La floración ocurre en marzo-abril según la región. Las flores, agrupadas en pequeños ramilletes, colgadas de un corto pedúnculo, son semidobles. Nacen de botones rosa carmesí oscuro, luego se abren en corolas con 12-14 pétalos dentados, evocando pompones de 3 cm de diámetro. Las flores son seguidas por la formación de pequeños frutos negro-púrpura cuando maduran. El follaje, caduco, está compuesto por hojas alternas, ovales, de 3 a 8 cm de largo por 2 cm de ancho, gruesamente dentadas en el borde. La lámina, de color verde vivo, muestra un envés pubescente y cambia en otoño a amarillo, naranja y rojo. La corteza es de color gris-marrón y las ramas jóvenes son pubescentes.

Su línea tortuosa dibujada por ramas sinuosas hace que el cerezo en flor sea propicio para el cultivo en bonsái. 'Fukubana', brillante desde los primeros días de primavera, de estatura modesta y que requiere muy poco mantenimiento, es adecuado para los pequeños jardines, donde se destacará especialmente aislado o en el centro de un macizo de plantas perennes cuyas floraciones tomarán el relevo, de la primavera al verano. También se puede plantar en macizos o en setos libres. Perfectamente rústico, se puede cultivar en muchas regiones, pero no le gustan los suelos compactos y arcillosos o las situaciones demasiado áridas. Por ejemplo, en un seto o macizo se puede asociar con otros arbustos de floración primaveral, simultánea o escalonada como los forsythias, membrilleros japoneses, madreselvas de los setos (Lonicera xylosteum), manzanos ornamentales, melocotoneros en flor, almendros de China, espino albar, albaricoqueros japoneses (Prunus mume)... Un tapiz de jacintos azules, hepáticas o incluso muscari azules sería muy efectivo a sus pies.