Cerezo japonés Amanogawa - Prunus serrulata

El Prunus serrulata 'Amanogawa' es una variedad de cerezo japonés o cerezo de flor conocida y apreciada por su porte estrecho y su magnífica floración primaveral de tonos rosados pálidos a blancos. Aunque no produce frutos, este prunus ofrece un hermoso follaje otoñal en tonos anaranjados. Es un pequeño árbol resistente y poco exigente, ideal para jardines de tamaño moderado.

El Prunus serrulata, perteneciente a la extensa familia de las Rosáceas, es un pequeño árbol de copa densa y corteza fina originario de Asia, más específicamente de Japón, Corea y China. También se le conoce como Cerezo del Japón, Cerezo de las colinas, Cerezo de flores japonés o incluso Cerezo oriental. El cultivar 'Amanogawa' es una selección hortícola muy conocida. Este prunus muestra un crecimiento bastante lento y un porte estrecho, erguido y columnar durante varios años. Sus ramas están pegadas al tronco. Los ejemplares adultos presentan una copa más abierta. Con el tiempo, el árbol puede alcanzar una altura de 6 m y de 1.50 a 1.75 m de ancho. Su floración primaveral, abundante de abril a mayo, produce hermosas flores de color rosa pálido a blanco, de 4 cm de diámetro, semi-dobles a simples. Aunque poco perfumadas, son muy atractivas para las abejas. Estas flores aparecen justo antes de las hojas, a lo largo de las ramas secundarias. Su follaje presenta diferentes colores según las estaciones: los brotes jóvenes son de color bronce amarillento, las hojas son verdes en primavera y verano para luego volverse amarillas y anaranjadas en otoño antes de caer. Son ovales y finamente dentadas en los bordes. Resistente hasta -15°C, el Prunus serrulata 'Amanogawa' se desarrolla bien en una ubicación muy soleada. Plántelo en un suelo de pH neutro (tolera también suelos ligeramente calcáreos), fresco pero no demasiado seco en verano.

Aislado en un césped o en el centro de un macizo, este Prunus Amanogawa captará todas las miradas con su magnífica floración primaveral. Compacto, este árbol encantador es ideal para los pequeños jardines. Se pueden plantar a sus pies bulbos de primavera, plantas vivaces, pequeños arbustos con floraciones desfasadas. O simplemente carraspique, nomeolvides, discretos y espontáneos, que no eclipsarán su esplendor. También se podría imaginar plantar una pequeña clemátide herbácea rosa o azul para alegrar su follaje en verano: Clemátide alpina, 'Blue River', 'Jessica'...