Prunus serrula

El Prunus serrula o Arbol de cobre es apreciado principalmente por su corteza de color caramelo o caoba brillante que se desprende en largas tiras y ofrece una decoración surrealista tanto en verano como en invierno. De tamaño mediano, forma un pequeño árbol y lleva delicadas flores blancas en primavera, no confundirlo sin embargo con el Cerezo japonés (Prunus serrulata) cuya floración es más abundante.

Originario de China occidental, donde crece de forma natural, el Prunus serrula fue descrito por el botánico francés Adrien Franchet en 1890 e introducido en Europa por el inglés Edward Adrian Wilson en 1908.

Forma un pequeño árbol de porte naturalmente redondeado y frondoso. Puede alcanzar en su entorno natural una altura y envergadura de 15 m. En nuestros jardines medirá 6 m de altura y de envergadura. Su follaje caduco deja ver durante el mes de abril hojas pecioladas, ligeramente colgantes, flexibles, con venas marcadas, de forma alargada, con base cuneada (base ascendente progresivamente) y extremos acuminados. El color de las hojas del Arbol de cobre evolucionará durante el resto del año, marcando cada estación. En primavera, sus hojas aparecerán de un color verde claro, que evolucionará progresivamente a verde oscuro, antes de caer en otoño bajo cálidos tonos amarillos. Durante el mes de abril, con los primeros calores de primavera, el Arbol de cobre se cubrirá de una multitud de racimos de delicadas flores, formadas por 5 pétalos blancos, rodeando estambres dorados y erectos. Al final de la floración, aparecerán frutos no comestibles de color verde y luego negros con reflejos rojos.

De gran calidad en cualquier estación, sin embargo, tiene una preferencia por el invierno donde puede exhibir su magnífica corteza de color caoba. Su corteza asegura una nota de color durante los inviernos grises.

De fácil cultivo, el Prunus serrula tiene una gran rusticidad y soporta heladas mucho más allá de -20°C. En su entorno natural, evoluciona en lugares bastante frescos y relativamente fríos. Le gustan las exposiciones soleadas a semisombra, en suelos frescos, ordinarios y drenantes bajo climas frescos. A menudo se cultiva en forma de copa para acompañar macizos, pero también se utiliza de forma aislada, resaltando así su corteza y su color decorativo. También se puede encontrar en rosaledas, para proporcionar sombra ligera a rosales y otras plantas. Se asocia de una manera muy hermosa con macizos de hostas, brunneras, piéris y evónimos.