Chaenomeles japonica Sargentii - Membrillero de flor

El Membrillero de flor o Chaenomeles japonica 'Sargentii' es una bonita forma de membrillero de Japón con un porte compacto y muy extendido. Pequeño arbusto caducifolio con ramas espinosas, apreciado por su nivel de floración y su silueta inusual, muestra a principios de primavera una profusión de flores en forma de copa parcialmente abiertas, de un naranja salmón lleno de vivacidad, al mismo tiempo que brota su follaje. Muy adaptable en cuanto a exposición y tipo de suelo, encuentra su lugar en un pequeño seto florido, como gran cubresuelos, en un jardín boscoso, en un macizo de arbustos, en una terraza o incluso en un pequeño jardín. Este membrillero de flor, a la vez singular y muy entrañable, también es apreciado por los amantes del bonsái.

El Chaenomeles japonica es un arbusto espinoso que se extiende mediante la producción de retoños desde su tocón. Es originario de Japón y pertenece a la familia de las rosáceas. El cultivar 'Sargentii' se distingue de la especie tipo por su desarrollo más postrado y su mayor nivel de floración. Este arbusto de crecimiento bastante rápido, algo disperso en su juventud, se densifica con los años. Forma un arbusto tupido de aproximadamente 1 m de altura y 1,80 m de ancho. Su floración se extiende de marzo a abril, durante unas 3 semanas. Las flores, muy melíferas, de 2 a 3 cm de diámetro, están compuestas por pétalos de un naranja muy vivo que se solapan un poco, pero nunca se abren completamente, de modo que el corazón de estambres amarillos solo es visible cuando la flor se marchita. Las flores, agrupadas de 3 a 4 en pequeños racimos, son llevadas por un pedicelo muy corto o incluso ausente en las ramas del año anterior. Dan lugar a pequeños frutos redondos, de 3 a 4 cm, que se tornan amarillos en otoño. Estos frutos, aromáticos, se utilizan en la farmacopea japonesa, pero no son comestibles en su estado natural. Las hojas, caducifolias, se desarrollan casi simultáneamente con las flores; son ovales a lanceoladas, de 3-6 cm de largo y 1,5 a 3 cm de ancho, de un hermoso verde brillante en el haz.

Los membrilleros de flor, al igual que los Forsitias, Abeliophyllum y los cornejos del Japón, nos brindan flores hermosas en su simplicidad, tan esperadas después de un largo invierno. Se sienten cómodos en todos nuestros climas, ya que no temen ni el calor ni el frío. Se pueden cultivar tanto aislados como en macizos y, por supuesto, en un seto campestre.

La variedad 'Sargentii' puede asociarse con arbustos perfumados como el madreselva de invierno (Lonicera fragrantissima) que le precede, los lilos blancos que tomarán el relevo de su floración, seguidos por los buddleias. Este pequeño arbusto también puede formar un gran cubresuelos en una pendiente, junto con ceonotos rastreros o romeros de flores azules que se realzarán mutuamente. También se puede poner en espaldera en una pared, cerca de la casa, junto a un jazmín amarillo, para disfrutar de él en cada paso. Sus ramas aún desnudas pero llenas de botones son también la ocasión de bonitos ramos en un jarrón alto.