Chitalpa tashkentensis

El Chitalpa tashkentensis, también conocido como Chitalpa de Tashkent, es un gran arbusto o un pequeño árbol caducifolio de crecimiento rápido, con una porte más o menos extendida y frondosa. En verano produce hermosos racimos terminales, de forma cónica, con flores tubulares de color rosa pálido con garganta estriada de amarillo, perfumadas y melíferas. Vestido con un follaje verde oliva, ovalado y puntiagudo, esta variedad híbrida posee un encanto venido de otro lugar pero también muestra un rostro campestre suave que no deja indiferente. Este arbusto de porte amplio merece un lugar destacado en el jardín, en un suelo ordinario pero drenante. Es igualmente interesante en un seto florido que aislado, para proporcionar sombra a la terraza con ligereza.

El Chitalpa tashkentensis es un híbrido obtenido por el cruce espontáneo del Chilopsis linearis (el sauce del desierto) con el Catalpa bignonioides (Catalpa común), descubierto en la provincia de Tashkent en Uzbekistán, y luego multiplicado "in vitro" en los años 1960-1964. Este gran arbusto estéril pertenece a la familia de las Bignoniáceas. Si se deja crecer libremente, el Chitalpa forma un pequeño árbol de 6 a 8 m en todas direcciones, con un porte frondoso extendido, ramificado, denso y redondeado. Presenta un tronco bastante corto, con ramificación baja y ascendente. Su corteza gris está cubierta de lenticelas claras y se agrieta con la edad. La floración ocurre desde finales de primavera hasta el verano (de mayo a agosto según el clima) con una posible floración secundaria en septiembre. Las flores se agrupan en racimos cónicos y erectos, en parte terminal de las ramas. Las flores, de aproximadamente 3 cm de ancho, son estériles, tubulares, de forma campanulada, compuestas por 5 lóbulos, tres más anchos en la parte inferior y dos más pequeños con margen muy ondulado en la parte superior. Su color es rosa pálido con matices morados, revelando una garganta estriada de amarillo pálido y púrpura. La floración, muy visitada por abejas y mariposas, emana un perfume dulce bastante embriagador, perceptible de cerca. Este arbusto tiene un follaje caducifolio, de color verde medio con tonos oliva, a veces moteado de púrpura en otoño, claramente nervado en el reverso. Las hojas son simples, de 10 a 20 cm de longitud, alternas, estrechas lanceoladas, muy afiladas, llevadas por tallos verdes muy flexibles. La madera del Chitalpa es muy ligera. Este arbusto puede ser podado en forma de tocón, ya que rebrota desde la base.

Fácil de cultivar, poco exigente en cuanto al tipo de suelo siempre que esté bien drenado, el Chitalpa tashkentensis, envuelto en un suave perfume de exotismo, posee también la sencillez de los arbustos de seto. Perfectamente resistente a la sequía una vez establecido, es un activo valioso para el jardín en verano, con su floración que acompañará a la de los buddleias, los seringatos y, por supuesto, los rosales. Puede ser plantado aislado para proporcionar sombra a la terraza, en el borde de un bosquecillo, frente a árboles más altos, tratado en forma de tocón o como seto libre mezclado con otras especies (manzanos de flor, cerezos japoneses, ciruelos de flor, membrillos japoneses, deucias...).