Convolvulus cneorum - Campanilla plateada

El Ipomea cneorum también conocido como Campanilla plateada debido al brillo excepcional de su follaje sedoso, deslumbrante bajo el sol. Su interminable floración de primavera a verano, escondida en su follaje verde plateado, toma la forma de bonitas flores blancas en forma de embudo, delicadamente nervadas de rosa pálido. Es un arbusto mediterráneo luminoso, de gran valor ornamental, decorativo durante todo el año y de gran sobriedad. Es precioso para diseñar rocallas secas, jardines a orillas del mar o sin riego.

Originario de la cuenca mediterránea, en particular de Croacia, Grecia, Turquía, Egipto, el Ipomea cneorum es una planta de sol y de costa que aprecia las rocas y los suelos pedregosos, incluso calcáreos. A pesar de sus orígenes, es capaz de resistir a breves heladas del orden de -10 a -12°C una vez bien establecido si se planta en una tierra muy drenante. Su tolerancia a la sequía estival es muy buena.

La Campanilla plateada forma un arbusto denso y compacto de porte extendido, más ancho que alto, pudiendo alcanzar los 40-50 cm de altura y hasta 80 cm de ancho. La floración comienza en abril-mayo (según las regiones) y continúa hasta julio-agosto. En la axila de las hojas y en parte terminal de las ramas nacen pequeños racimos de botones turbinados de color rosa rojizo. Florecen en flores blancas con corazón amarillo, de 2 a 4 cm de diámetro, recorridas por 5 nervaduras rosadas. El follaje, muy denso y persistente en invierno, está compuesto por hojas pequeñas oblongas lanceoladas de 3-4 cm de largo por menos de 1 cm de ancho. Su lámina verde está cubierta de numerosos pelos cortos y sedosos responsables del aspecto plateado y brillante del follaje. Visitada por los insectos, su floración da paso a frutos en forma de cápsulas que contienen diminutas semillas.

Plante este pequeño arbusto extremadamente gráfico al sol, en un suelo muy drenante, en un jardín mineral, en rocalla, encima de un murete o en maceta donde caerá en elegantes cascadas. En nuestras regiones frías con inviernos muy húmedos, es preferible plantarlo en una maceta para protegerlo en invierno. Ofrezca como compañeros romeros rastreros, lavandas, estepas (Cistus skanbergii), tomillos, ceanothus rastrero (Ceanothus repens o prostratus), sedums... Plantas que aprecian las mismas ambientes un poco 'áridos' y minerales y un sol intenso.