Cordiline Charlie boy- Cordyline australis

La Cordiline Charlie Boy, aún poco común en Francia, es particularmente interesante por su resistencia al frío húmedo. Con un pequeño desarrollo y un follaje magníficamente bordeado de rosa vivo sobre fondo violeta, esta variedad es adecuada tanto para jardines pequeños como para el cultivo en macetas o como planta de interior en la mala temporada. Su aspecto de pequeña palmera con colores fluorescentes siempre causa una gran impresión, y siempre es una agradable sorpresa cuando en verano aparecen sus grandes panículas olorosas de flores blancas rosadas. En terreno abierto, se recomienda reservar esta magnífica planta vivaz para regiones no afectadas por fuertes heladas.

La Cordiline austral es una planta vivaz arborescente de la familia de las agaváceas endémica de Nueva Zelanda. En la naturaleza, esta planta alcanza los 20 m de altura y forma un tronco robusto que se ramifica en numerosas ramas con cabezas foliadas que pueden alcanzar 1 m de longitud. La cordiline se encuentra en hábitats muy diversos, como los bordes de los bosques, en las orillas de los ríos y en áreas despejadas, especialmente cerca de los pantanos.

La variedad Charlie Boy se distingue por su tamaño reducido, su crecimiento lento y un follaje notablemente colorido. Sobrevivirá a heladas cortas del orden de -10°C una vez bien establecida. La planta tiene un porte en roseta foliada en estado juvenil (durante varios años), luego forma un pequeño árbol con tronco único y ramas con mechones de hojas. Esta variedad alcanzará una altura promedio de 1,50 m, con una envergadura de 80 cm. Sus hojas, persistentes, son largas y estrechas, en forma de espada, puntiagudas, ligeramente arqueadas, y miden de 40 a 80 cm de longitud y 3 a 7 cm de ancho en la base. Presentan numerosas nervaduras paralelas y son ricamente coloreadas. La floración tiene lugar en verano, en las plantas adultas con tronco (calcule un mínimo de 4 o 5 años). Cada rama puede ramificarse una vez que ha producido un tallo floral. Las pequeñas flores blancas rosadas, melíferas y delicadamente perfumadas, están sostenidas por grandes panículas densas que miden 60 a 80 cm de longitud. El fruto, una baya blanca y redonda de 5 a 7 mm de diámetro, es muy apreciado por los pájaros. En plantas adultas, la corteza del tronco, de color gris claro a gris oscuro, de aspecto corchoso y agrietado, es esponjosa al tacto.

Resistente al viento y a la salinidad, es una buena planta para a orillas del mar, en suelos no demasiado secos. La Cordiline Charlie Boy puede ser plantada en el centro de un macizo, como árbol de alineación, como cortavientos, o aislada en un jardín templado, ya que aprecia especialmente los climas atlánticos. Se puede cultivar en toda Francia, en una maceta grande que se traslade de la terraza al invernadero poco o no calefaccionado en invierno. En macetas, es necesario prestar atención al riego y a la fertilización. Esta planta notable, al igual que los plátanos, las proteas, los cannas, los Grevillea, los bambús, los eulalias gigantes o el ricino, dará un aspecto verdaderamente exótico a nuestros jardines y terrazas.